Wilson Robalino Ruiz, el locutor que vive e interpreta las noticias

Foto: Wilson Robalino en marzo de 2012 en los 57 años de Radio Tarqui. Derecha superior, en 1981, de pie: Guillermo Padilla (+), Enrique Recalde, Ernesto Almeida, Vicente Salgado, Wilson Robalino, Fernando Buitrón, Patricio Díaz; sentados: Edwin Carmona, Carlos Sandoval, Judith Mena (secretaria) y José Granizo (director). Derecha inferior, en 1979, los fundadores de Tarquideportes: Wilson Robalino Ruiz, Patricio Díaz Guevara, Fernando Buitrón, Guillermo Padilla, Vicente Salgado, Jaime Naranjo y Pepe Granizo, director.

Es una de las voces más queridas y recordadas, no solo por los capitalinos sino por todos los ecuatorianos. Desde 1978, su frase “son las seis” en el “Informativo Ahora” de Radio Tarqui, se convirtió en parte fundamental de la cotidianidad de los quiteños, quienes se apresuraban en sus tareas matutinas, para no atrasarse en sus actividades diarias. La cortina musical del noticiero era de la película, protagonizada por Clint Eastwood, “El Bueno, El Malo y el Feo”, filmada en 1966.

Wilson Robalino Ruiz es el locutor que interpreta las noticias y con su voz, grafica lo que está leyendo, el oyente permanece atentó para escuchar la forma en cómo dice la información. Es parte de las tres voces que hacían el apagón, cuando en coro anunciaban que llegó la hora cero. Eran los 10 minutos más intensos del fin de año. Desde 1975, Gustavo Herdoiza León, Walvin Vargas Acosta y Wilson Robalino con sus voces estremecían los corazones y emociones de los capitalinos.

El propietario de la T Grande de Quito era quien hacía los guiones, los libretos, las viñetas y el orden de la lectura del equipo. El operador Ricardo Ruiz siempre estaba listo con la cinta de carrete abierto para grabar, pero la excepción hace la regla, en una ocasión todo quedó perfecto, salió con toda la fuerza y energía de las tres voces, pero al final el sonidista les indicó que no se grabó. Otra vez se inició con el trabajo, que muchas veces se demoraba hasta cinco horas. El profesor Gustavo Herdoiza León era muy perfeccionista y exigente.

Wilson Robalino Ruiz laboró en las radios Casa de la Cultura Ecuatoriana, remplazó al locutor y actor de radioteatro, Hernán Cevallos Salazar, quien en la administración del alcalde Rodrigo Paz Delgado, hizo la voz de Evaristo, en la campaña cívica para cuidar la capital. Luego pasó a Radio Tarqui, donde ocupó el lugar que dejó, Patricio Toro Campaña en el noticiero “Ahora”. El director de Alegre Reloj es la voz potente que antes de iniciar el apagón dice Tarqui…

Realizó sus estudios en la Escuela de Arte Dramático, como sketch cómico, luego se integró al Teatro de Ensayo, dirigido por Antonio Ordóñez. En una ocasión la profesora argentina, Anadela Arzón, de la cátedra de dicción, vocalización e interpretación, le escuchó y le indicó: “tienes una buena voz para locutor de noticias”.

Wilson Robalino Ruiz le preguntó ¿Una noticia se puede interpretar? La profesora le contestó que sí, “la noticia se vive”. Desde ese momento se dedicó por completo a la locución de noticias, que es su pasión y hasta hoy lo hace en Radio Pichincha, 95.3 FM.

Entre sus referentes están Iván Silva Acuña de la Voz de América; Pancho Ibáñez, locutor y presentador de Televisión argentino; Fernando Fegan Pólit, Édison Vargas Acosta, Patricio Toro Campaña, Fabián Vizcaíno y Guillermo Jácome Jiménez. Asegura que René Torres tenía una vocalización excelente cuando leía un radioteatro. La actuación siempre le gustó, por eso fue parte de varias obras con Armando Rivas, Jorge “El Chino” Carrera, Hernán Herdoíza, entre otros.

El locutor quiteño nació el 5 de agosto de 1.946. Vivió en el sector de El Pintado, más arriba estaba el cuartel Vencedores de Pichincha, al sur de la ciudad. En esa época Chillogallo era una planicie llena de haciendas.

La primaria estudió en la Escuela Municipal Sucre. Su madre, Olga Ruiz, a él y sus hermanos les despertaba a las 04:00, para repasar las tablas de multiplicar. Tenían que aprenderse “al dedillo”, para luego ducharse, desayunar y esperar el bus que pasaba a las 06:45, que les dejaba en la Plaza Grande. Caminaban hacia la calle Junín, donde estaba situado el plantel. En esa época había dos jornadas de estudio.

Almorzaban en la casa del inspector de la escuela, don Bernabé Abad. Ahí preparaban unos deliciosos almuerzos para los estudiantes. Llegaban a su casa, hacían los deberes y a las 20:00 a acostarse. “Los mayores se quedaban oyendo la novela El Derecho de Nacer que emitía Radio Nacional Espejo”. Asegura que desde ahí el cuerpo se acostumbró a madrugar.

Su apego a la radio se dio, porque desde niño tuvo la curiosidad de saber que hay dentro de ese aparato del que salían voces. Era 1953, recién cumplía siete años, pensaba que dentro de la radio había una especie de cinta con un micrófono pequeño, que pasaba recorriendo, cuando se movía el dial. Viene de la época del disco de carbón, la vitrola y la radiola. Su papá, Hugo Robalino, viajaba mucho a Guayaquil y traía cajas de discos de pizarra. Ahí escuchó el tema El Salinero, del Dúo Benítez y Valencia, le encantó, por ello desde esa época la música nacional está en su corazón.

Estudió en el colegio Manuel María Sánchez, luego pasó a la Academia Militar Abdón Calderón. En esos años ya sentía la ilusión de trabajar en radio. Su compañero era Guido Orbe, de Otavalo, quien tenía una excelente voz. El adolescente quería que le enseñe a locutar, pero entre los estudios, la graduación y la universidad pasó.

Desde 1974 ya laboraba en Radio Tarqui, “La T Grande de Quito”, de 20:00 a 23:00, conducía un programa de música y poemas, paralelamente en la mañana trabajaba en Radio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.  En 1978, el creador de “Alegre Reloj”, Patricio Toro Campaña dejó el “Informativo Ahora”, porque se iba a otra emisora, por ello le recomendó a Wilson Robalino Ruiz, para ese puesto.

Cuando llegó a emisora, Gonzalo Pérez Torres le dio un editorial para que lea en Reportarqui, “el radio periódico del pueblo”. Don Gustavo Herdoíza le escuchó y le insistió que deseaba hablar con él. El locutor pensó lo peor, pero fue todo lo contrario, el propietario de la T Grande de Quito, le pidió que trabaje en el noticiero de Radio Tarqui. “Le voy a pagar un poco más de lo que le están pagando en la radio de la Casa de la Cultura”, le insistió. De esta forma Wilson Robalino Ruiz se quedó en la mañana y en la noche en el dial 990 AM. Ahí permaneció desde 1974 hasta el 2015.

A fines de 1970 e inicios de 1980 hubo una sección llamada “Comentan los Picapiedra”, del desaparecido diario El Tiempo, de propiedad de Antonio Granda Centeno. El leer todos los días estos artículos le direccionaron lo que quería hacer: interpretar las noticias, porque una cosa es leerlas y otra, vivirlas.

En esos años habitaba en el sector de Los Dos Puentes, en el centro sur de Quito, por ello llegaba a las 05:30 a la emisora, que estaba ubicada en las calles García Moreno y Olmedo. Revisaba los periódicos, leía las noticias más relevantes, poco a poco iba seleccionado lo más destacado. En la primera media hora locutaba las noticias políticas, económicas y sociales, que eran de mucho interés para los oyentes. Luego venían las notas más relajadas. También hizo un programa de poemas y boleros, pues le tomó la posta a Gustavo Herdoíza, de 22:30 a 23:00. Leía un poema y el operador, Rodrigo Ruiz, ponía un bolero. La sintonía era total. Se llamaba “Todo es bolero”.

En 1978, a raíz de la separación de Carlos Rodríguez Coll, también se integró al equipo de Tarquideportes, que era dirigido por Pepe Granizo Cisneros. Wilson fue locutor comercial y en esa tarea estuvo más de 35 años. Formó parte del equipo con Guillermo Padilla, Fernando Buitrón, Enrique Recalde, Carlos Sandoval, Patricio Díaz, Ernesto Almeida y Froilán Cabrera. Tarquideportes tenía dos locutores comerciales: Fernando Buitrón, solo los domingos, y Wilson Robalino, entre semana. Califica a esta etapa como una experiencia única, porque pudo conocer a muchas personas vinculadas al deporte. Le guarda mucha gratitud al dueño de Radio Tarqui, de quien destaca su liderazgo y calidad humana.

Unos años antes, cuando no era locutor comercial, Carlos Rodríguez Coll, quien dirigía el espacio deportivo en La T Grande de Quito, le pidió realizar una cobertura desde el Coliseo Julio César Hidalgo, en el centro de Quito. El periodista deportivo manabita, conocido como “el hombre que televisaba el fútbol”, le comentó que para leer debía fijarse que “el comercial es un producto que usted está sugiriendo a la gente que compre. Póngale emoción”.

Igual le pasó cuando tuvo que reemplazar a Edison Vargas Acosta, en Radio Quito. En la Voz de la Capital trabajó junto a Alfonso Lasso Bermeo, Blasco Moscoso Cuesta y Jaime Naranjo, tres personalidades indiscutibles de la narración deportiva. En esos años Wilson no tenía mucha experiencia, por eso Pancho Moreno le dijo: “venga para acá y también me ayudó en el asunto de la narración comercial”.

Wilson Robalino Ruiz se jubiló en 2015, pero siempre le quedó la inquietud de seguir trabajando. En una ocasión Orlando Pérez, gerente de Pichincha, le llamó para que trabaje en el noticiero. Había pasado cuatro años sin locutar, por ello Wilson le pidió 15 días “para ponerse en forma”. Desde agosto de 2019 nuevamente acompaña a los capitalinos, de 06:00 a 07:00 en Pichincha 95.3 FM.

En la pandemia, lo hizo, través del zoom. Tuvo que aprender a manejar esta plataforma digital, ingresar, ver el link y conectarse. El operador, Carlos Minango, le ayudó mucho, al igual que su hijo Wilson Robalino Torres.

Asegura que está culminando su etapa como locutor de noticias, la fonación puede hacerse un poco pesada y lenta. En la actualidad hay voces nuevas que son buenas y están tomando la posta de quienes dieron su talento en el pasado, asegura.

Agradece el apoyo de su familia: Su esposa, Laura Torres, con quien está casado más de 40 años, así como a sus dos hijos: Wilson Robalino Villena y Wilson Robalino Torres, quienes han sido un soporte fundamental. Todos los días levantarse a las 04:00 es duro, pero ellos entendieron que era su trabajo.

Con sus casi cinco décadas frente al micrófono ha dejado su sello e identidad en los oyentes capitalinos y ecuatorianos. Sin lugar a duda que Wilson Robalino Ruiz es la voz que vive e interpreta las noticias.

 

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Iliana Cervantes Lima

Voces de la Radio

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