Louis Chevrolet nació en 1878 en Bonfol –Suiza. Cuando tenía 9 años su familia se trasladó a Beaune-Francia. Comenzó a trabajar a los 11 años, porque a su padre, quien tenía una relojería, no le fue bien en el negocio, por ello dejó de asistir a la escuela.

Desde muy pequeño fue muy curioso y se interesó por la mecánica. Se inició en un taller de bicicletas. Su cambio de vida inicia, cuando un día le envían a un lujoso hotel para reparar un triciclo y resulta ser del millonario estadounidense, Cornelius Vanderbilt, empresario que amasó su fortuna por el transporte de barcos y ferrocarriles, quien le motivó a trasladarse a los Estados Unidos. Esta idea no fue fácil de concretar por las precarias condiciones económicas de su familia.

Primero viajó a París que en esa época era el centro de la producción automotriz. En los talleres que trabajó aprendió los fundamentos del motor de combustión interna. Ese puesto  le sirvió para pagarse su pasaje hacia Canadá, donde hizo otras tareas como chofer y mecánico. Luego viajó a Nueva York, laboró con un migrante suizo. Tiempo después se afilió a la subsidiaria estadounidense De Dion Bouton, pero esta cerró y se quedó nuevamente sin empleo.

Fue contratado por la familia Treybpux. Ahí se desempeñó  como chofer y conoció a su esposa Suzanne. Se casó en 1905. Tuvo dos hijos: Charles y Alfred. Empezó a trabajar en FIAT, pero igual no estuvo mucho tiempo. Un año más tarde se trasladó a Filadelfia para trabajar con Walter Christie,  pero su pasión por los autos lo convirtió en piloto de carreras.

En 1907 logró dos récords mundiales: Fue el primero en manejar a una velocidad de 109.7 Kilómetros por hora. En este mismo año Chevrolet construye su primer auto de carreras y llega a los 191.5 Kilómetros. Sus hermanos Arthur y Gastón también tenían la pasión por los autos pero Louis siempre les llevaba la delantera. Los estadounidenses le decían “el francés atrevido”, porque era arriesgado, por ello tuvo muchos accidentes que lo tuvieron fuera de competiciones. Cuando su hermano menor Gastón murió en un accidente automovilístico, Louis jamás volvió a competir.

En Estados Unidos se dio un boom de los autos y los emprendedores de la época eran muchos, uno de ellos era William Durand, un industrial carismático que había fundado la General Motors en 1908.

Louis y William se conocieron mientras Chevrolet conducía autos de carreras. En 1911 los dos fundaron “Chevrolet Motor Car Company” en Detroit. Louis era un creativo e inició el Classic Six, Baby Grand de cuatro cilindros, el Ligth Six y el Royal Mail.

Los autos de 1911 y 1912 fueron los únicos creados por Louis Chevrolet. Hubo problemas entre los dos socios, porque Durand deseaba crear autos más económicos, pues quería competir con los autos creados por Henry Ford, fundador de Ford Motor Company y padre de las cadenas de producción modernas, utilizadas para la producción en masa.

Chevrolet no aceptó esta propuesta porque siempre había querido diseñar autos más veloces y exclusivos. Según algunos historiadores Louis le habría dicho a Durand: “le vendí mi auto, le vendí mi nombre, pero no le venderé mi personalidad”. Vendió sus acciones y se retiró de la sociedad.

William Durand continuó trabajando, ya sin Chevrolet, pero mantuvo la marca porque, según él, a los compradores les gustaba la “fonética afrancesada” del nombre. Además era un corredor famoso y tenía publicidad gratis.

Louis en 1914 fundó la empresa Frontenac Motor Corporation que más tarde se vinculó con Stutz Motor Com.,  con su hermano Arthur crearon otra compañía “Chevrolair 333, desarrollaron un motor de avión ligero. El primer Frontenac  en serie de 1920 fue algo que impacto positivamente a la industria estadounidense. La depresión económica de 1922  fue la detonante para la quiebra de la empresa. Desde allí se dedicaron a la construcción de motores aeronáuticos.  Lamentablemente por disputas entre los dos hermanos se separaron.

Fundó otra compañía en la crisis de los años 30 Chevrolet Air Car Company, la cual tuvo que cerrar. “Su último gran revés ocurrió en 1932 cuando desarrolló un motor de 10 cilindros en estrella”. Louis Chevrolet pidió una patente, pero esta llegó en 1935, cuando él ya no tenía las fuerzas para iniciar otra empresa.

Según varios historiadores la depresión de los años 30 en los Estados Unidos hizo que trabajará como mecánico en la empresa que había construido conjuntamente con William Durand: Chevrolet.

En 1946 el piloto automovilístico y emprendedor dejó este mundo. Solo, enfermo y con problemas económicos. A esto se añadió muchos problemas familiares que se produjeron a lo largo de su vida. El 6 de junio falleció en Detroit a los 63 años, sin magnificar el legado que había dejado en la industria automovilística. (I)

Fuente: Autocosmos.com/Gustabo Piersanti/Voces de mi Ciudad

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