Este cuencano que vivió gran parte de su vida en Estocolmo-Suecia, donde fue cónsul General y luego Cónsul Honorario del Ecuador. Fue nombrado en 2011 Justo entre las Naciones, por su rol en ayudar a judíos a escapar del Holocausto.
Este diplomático ecuatoriano nació en Cuenca, 4 de febrero de 1891 y falleció en México en octubre de 1976. Su familia era conservadora. Su padre era el diplomático cuencano Alberto Muñoz Vernaza y su madre Teresa Borrero.
“Mientras su padre ejercía de Embajador Plenipotenciario de Ecuador en Colombia, Manuel Antonio estudió en Bogotá. Se graduó de abogado en 1920. En 1919 contrajo matrimonio con Carmen Van Arken. Desde Bogotá, se integró al servicio exterior de Ecuador, como tercer secretario. En 1931 fue nombrado Cónsul General de Ecuador en Estocolmo. En 1935, a causa de controversias políticas, fue cesado como cónsul diplomático, pero se le permitió continuar como cónsul honorario. El 13 de enero de 1942, fue destituido del consulado. Muñoz Borrero mantuvo su residencia en Estocolmo hasta 1961”.
Según varios textos de historia aproximadamente en 1939, varios dirigentes del Congreso Judío Mundial para el salvamento de judíos en zonas ocupadas por los alemanes, entre ellos, Abraham Israel Jacobson, Jacob Ettlinger, Fritz Holländer, Moritz Pineas y John Benzian, acudieron al cónsul ecuatoriano en Estocolmo, para pedir pasaportes que permitieran salvar a varios judíos. En ese entonces, se podía emitir pasaportes propiamente dichos, y «pasaportes promesa» que permitían viajar, con el compromiso del país de otorgar el pasaporte formal al llegar al país.
En 1941, Muñoz Borrero otorgó cerca de 80 pasaportes «promesa» destinados a polacos judíos, que llegaron a Turquía y los presentaron en la Embajada de Chile. El embajador notificó como novedad que los pasaportes no tenían firma o foto, por lo que la Cancillería chilena notificó a la Cancillería de Ecuador, por esta novedad, se destaca en su biografía.
El 13 de enero de 1942, la Cancillería de Ecuador destituyó a Muñoz Borrero de su cargo, y pidió al gobierno sueco investigar su accionar. En Estocolmo, Muñoz Borrero rindió testimonio ante la policía sueca, pero no fue enjuiciado. Muñoz Borrero continuó otorgando pasaportes hasta 1943 aún después de destituido.2 Algunos se emitieron sin las especies oficiales, en simples hojas (como «copia de pasaporte») y en muchos casos, Muñoz Borrero no cobró las tasas consulares.
Manuel Antonio Muñoz Borrero permaneció hasta 1961 en Estocolmo. En 1961, volvió a Cuenca. En 1966, Carmen Van Arken, con quien se había casado para viajar a Estocolmo y luego se separaron, volvió a contactarlo y reiniciaron su matrimonio en México. Muñoz Borrero falleció en octubre de 1976, sin revelar a nadie su rol en la II Guerra Mundial. (I)
Fuente: Cancillería-Internet-Libro “Ahora que cae la niebla” de Óscar Vela