Ronald Murillo Cabrera, la voz deportiva y noticiosa de Esmeraldas

Ha trabajado en las principales emisoras del país, es parte importante de la historia de la radiodifusión del Ecuador. Su voz tiene sello e identidad propia, por ello sus programas tienen una sintonía total en la Provincia Verde. La credibilidad y transparencia son sus cartas de presentación. Nació el 1 de agosto de 1945 en Limones, provincia de Esmeraldas, hace 78 años. A los 40 días de nacido sus padres Luis Elpidio y María Polonia se trasladaron a la capital de la provincia fronteriza con Colombia.  

Ronald Enrique Murillo Cabrera narró en todo el Ecuador y Sudamérica, solo le faltó relatar desde La Paz-Bolivia. Transmitió Campeonatos Nacionales, Copas Libertadores, eliminatorias para los mundiales y transmitió el Mundial Italia 90. Ha laborado en las radios Iris, La Voz de Esmeraldas, Sucre, Unión, La Voz de su Amigo y Caribe, en su provincia; Nacional Espejo, Emisoras Gran Colombia y Nueva Emisora Central en Quito; CRE, Mambo y Sucre en Guayaquil.

El maestro y periodista cuando era niño escuchaba a los locutores colombianos de Caracol, Todelar y RCN. En su casa también se sintonizaba las emisoras de Panamá, cuya señal llegaba en la onda corta. Nadie le enseñó cómo debía relatar o locutar, solo escuchó cómo lo hacían sus referentes: Ecuador Martínez Collazo, Ralf del Campo y los hermanos manabitas: Carlos y Alfredo Rodríguez Coll, que trabajaban en las emisoras de Quito.

Cuando narró en el Estadio Metropolitano de Barranquilla, el partido Colombia-Ecuador, para la clasificación al mundial México 70. Los periodistas del país cafetero le grababan, mientras hablaba, esto se dio porque su voz es parecida a la del locutor deportivo y político colombiano, Édgar José Perea Arias, a quien conoció en el estadio Monumental de Barcelona. Ahí le dijo “me has copiado”, Ronald le respondió, “no yo no he copiado nada, es la voz que me dio Dios”.

Ronald Murillo Cabrera contó con la amistad de Edgar Villarruel Caviedes, Jacinto Landázuri Soto, Carlos Efraín Machado, así como José María Muñoz, a quien lo conoció cuando transmitió un campeonato sudamericano y una Copa Libertadores en Argentina. Lo había escuchado antes en una narración que River Play había grabado en un LP. Le gustó su voz y cuando viajaron con su amigo, Jorge Gutiérrez a Buenos Aires, lo visitaron.

En su familia todos son maestros, incluidos su padre y su abuela paterna Rosario Sanclemente, por eso siempre tuvo una buena lectura y vocalización. Cuando estuvo en el Jardín de Infantes María Montessori, se escapaba a la escuela 21 de Septiembre, para escuchar y repetir todo lo que decía la profesora Lolita Mendoza de Saavedra, con ella aprendió a leer y escribir, solo tenía cuatro años.

En su casa era común comprar matutino El Comercio de Quito, el diario independiente fundado en 1906. Ronald deletreaba cada frase con una dicción muy clara, sus padres se sorprendieron al ver el avance de su hijo, porque todavía no ingresaba a la primaria.

Estudio cuatro años en el Normal Rural Luis Vargas Torres, donde su padre fue inspector general. Obtuvo el título de normalista rural. Ahí aparte de las materias recibió enseñanzas de cómo dar clases e ir vestido, era muy importante estar con los zapatos bien lustrados, se graduó en 1962. Luego estudio al Colegio Fiscomisional Sagrado Corazón donde fue parte de la primera promoción de bachilleres en ciencias de la educación, en 1966.  en esa etapa estaba trabajando como profesor en la escuela Modelo Eloy Alfaro # 130. Ingresó a laborar en la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, en esta institución superior, en 1973, fue parte de la primera promoción de licenciados en ciencias de la educación.

A finales de la década de los 50 del siglo anterior, diario El Universo de Guayaquil llegaba casi todos los días a Esmeraldas. Ahí se publicaba todo lo que el relator nacido en Milagro, Ecuador Martínez Collazo, narraba el día anterior, Ronald se encerraba en un cuarto muy grande que tenía eco y le imitaba al Maestro de Maestros: gol, gol, gol, gol… Su papá se dio cuenta de su talento y le pidió una oportunidad al locutor guayaquileño, Tobías Barrilla, quien llegó a trabajar en Radio Iris, esta emisora de vez en cuando transmitía los partidos de fútbol desde el estadio Folke Anderson. Ronald hizo un buen trabajo.

Luego le llamaron de la Voz de Esmeraldas, que antes era Radio Nacional Espejo que tenía su filial en la Provincia Verde, la administraba Héctor Endara Endara. Un día le dice “oye negrito, porque él era serrano, allá sé que te pagan 30 sucres por partido, te voy a pagar 40”. Ronald le pidió 50 por partido, que los pague antes y debía facilitarle una botella de agua, así como un sánduche. Eran tres partidos, como era joven y soltero le alcanzaba muy bien. Se quedó muchos años en esta estación.

Con esta emisora transmitió en Quito, primero con Radio Nacional Espejo, del señor Gerardo Brborich. En el estadio Olímpico Atahualpa tuvo la oportunidad de estar con “dos monstruos del relato y el comentario” Alfonso Laso Bermeo (Pancho Moreno) y Blasco Moscoso Cuesta. “Transmití junto a ellos, me quedaron mirando, era un partido entre el Esmeraldas frente al Aucas de Quito”.

Cuando terminó el relato de su tiempo, Pancho Moreno se acercó y le dijo: “oye negro tienes que bajar el tono de voz, es bastante fuerte, para aquí, porque nosotros narramos más bajo”. Ronald le contestó, “eso es lo que le sale de la garganta”. Luego continuaron con una amistad muy sólida entre ellos.

Después paso a Emisoras Gran Colombia, de propiedad del señor Eduardo Cevallos Castañeda. Ahí estaba su amigo del alma, el presentador y relator deportivo, Edgar Villarruel Caviedes, también Jacinto Landázuri Soto.

Transmitió fútbol, básquet, aprendió algo de box y ciclismo en la Nueva Emisora Central, con Carlos Efraín Machado, a quien califica como un excelente relator.

La Voz de Esmeraldas formó parte de la cadena con Radio Mambo de la ciudad de Guayaquil, donde ya había llegado desde Quito, Jacinto Landázuri Soto, el relator Copa Mundo; estaba también Pablo Hanníbal Vela Córdova, conocido como Rey de la Cantera. En la Voz de Esmeraldas comenzó su programa “El pueblo habla y cuando habla tiene la razón”.

Luego salió de la Voz de Esmeraldas y pasó a Radio Unión 1490 en AM, donde fue el principal locutor. El equipo que estaba en el campeonato nacional de futbol era el Esmeraldas Petrolero, que dio un impulso al relato en la provincia. “Luego se unieron Adriano Alvarado Vélez y Oswaldo Toro Gracia. Los partidos eran retransmitidos por CRE, en señal para Guayaquil y gran parte del país, así como por Radio Nueva Emisora Central 1180 AM en la capital”, se publica en la página Esmeraldas del Ayer.

Posteriormente pasó a Radio Sucre de Esmeraldas, le llamaron para armar el equipo de deportes similar al que tenían en Unión FM, “El Trabuco Deportivo” que batía en sintonía en AM y FM. Salían en Guayaquil con CRE y en Quito con La Nueva Emisora Central. Vicente Arroba Ditto lo había escuchado en las retransmisiones y lo llevó a su estación. Le duplicaron el sueldo, luego de un tiempo el gerente de Sucre Esmeraldas, Héctor Valencia, salió y le ofrecieron ese cargo a Ronald.

Gracias al apoyo de los oyentes ocupó el primer lugar en sintonía en los programas noticiosos, deportivos y musicales. Los fines de semana a “Cantina Abierta”, Ronald le dio otro matiz, mientras en Guayaquil priorizaron la música rockolera, en Esmeraldas lo hicieron con los boleros orquestados, eso hizo que la sintonía sea total. “Todos escuchaban”, el programa terminaba a las 24:00.

Aprendió con Vicente Arroba Ditto sobre los comentarios, noticias serias y entrevistas. Ronald tenía que improvisar cuando no llegaba a tiempo el locutor o los entrevistadores de la calle. Ahí entraba y tenía que reportar para Guayaquil. Lamentablemente Radio Sucre fue clausurada y ya no tenía estación en Esmeraldas, le llamaron de Radio Iris, donde fue gerente, estuvo seis años. La remodelaron e implantaron una señal nítida. El propietario era Homero López Estupiñán.

En la página Esmeraldas del ayer indican que “pasó a trabajar en Radio Iris, 1440 AM, como gerente y a la vez tenía el programa de gran rating “deportivísimo”. Aquí lo acompañaron Guido Manolo Campaña, Héctor Fernández Bonilla, Alfredo Alcívar, Ángel Benalcázar y Ángelo Solano. Ahí tuvo un impase con un familiar del dueño de la radio, que quería hacer y deshacer, renunció a su puesto.  

Inmediatamente pasó a laborar en Radio Unión AM, luego fue uno de los iniciadores de Radio Unión FM 90.3 FM “La Rumbera” de propiedad de Raúl Delgado Clavijo”. Después le llamaron a la radio La Voz de su Amigo, donde dirigió el programa “Opinión Popular”, que era exclusivamente de noticias y entrevistas en la calle, para ello tenían dos reporteros. Al inició no se sintió muy bien, pero luego cogió “la onda” y se asentó. Trabajó cinco años. Salió porque tuvo un poco de discrepancias con la gerenta, una nieta del fallecido político, Carlos Saud, propietario de la radio. Cuando se retiraba con su liquidación, el propietario de Radio Caribe le esperaba para proponerle que sea parte de su estación.

El problema con la radio La Voz de su amigo se debió a que incluyó el “Minuto de Sabiduría”, que topaba temas de Dios y la Biblia, eso no les gustó y le pidieron que lo suprima. Ronald Murillo Cabrera les contestó que no lo haría. Le repitieron unas tres o cuatro veces y mejor se retiró.

Ahora que está en radio Caribe, ya no narra fútbol, sino que se dedica al periodismo: entrevistas, comentarios y opinión. Radio Caribe 95.1 FM en Esmeraldas le ha brindado todo el apoyo. Ahora “El Minuto de Sabiduría” está innovado con una oración muy corta, al final despide con “Buenos días del Señor”, donde hace un análisis muy corto del evangelio del día. Esos mensajes tienen mucha aceptación por parte de los oyentes, igual que su programa “El pueblo habla y cuando habla tiene la razón”. Los últimos 15 minutos de 09:45 a 10:00 tiene un espacio que se llama Los Piqueitos deportivos, donde emite noticias tipo bocados del deporte, pero también hace comentarios, cuando amerita hacerlo. Ronald también utiliza otro slogan “si a causa de la verdad viene el escándalo, prefiero escandalizar, que callar la verdad”

El ingreso al tema informativo se dio, porque como es maestro debía y tenía que leer muy bien, un día se enfermó Héctor Endara y lo llevaron al hospital, en ese momento le pidió que se haga cargo del boletín. El primer día lo hizo como un relato deportivo. Cuando terminó la primera semana el radiodifusor le dijo “ahora si estas bien negrito. Hijo si estás bien ahora”. Asegura que no ha dejado de seguir mejorando, sobre todo con la pronunciación de las sss, porque “los esmeraldeños nos comemos las sss y le ponemos la j y decimos ejmeraldeño” a tal punto que cuando narraba en Quito, le repetían “pero tú no eres de Esmeraldas, porque el esmeraldeño dice Hojpital y tú dices hospital”. En la Voz de Esmeraldas Héctor se recuperó e inició con su programa noticioso, Ronald siguió en deportes.

El locutor y periodista actualmente está jubilado de la docencia, pero la radio sigue siendo su pasión, porque le ha dado muchas satisfacciones. Este medio le ha permitido conocer muchas ciudades y países de Latinoamérica, hacer amistad con los grandes y pequeños narradores deportivos, ser conocido a escala nacional e internacional y aumentar su conocimiento, pero sobre todo tener un hogar que lo formó hace 57 años, además de la satisfacción de servirle a Dios.

Ronald Enrique Murillo Cabrera quiere que lo recuerden como un hombre sencillo, porque es del pueblo, que se ha codeado con el pueblo y lo que hace, es para el pueblo. La gente le dice que no cambie y no cambiará, porque esa es su esencia y su forma de ver la vida.  Insiste que los títulos y honores son solamente para Dios. No le gusta aparentar siempre es auténtico. Asegura que piedras y tropiezos siempre habrá en el camino, pero es necesario apartarlas, para seguir… 

 

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Iliana Cervantes Lima

Voces de la Radio

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