Foto: Izquierda, Gustavo Von Lippke Ayabaca en su época de torero a mediados de la década de los 50 del siglo anterior. Derecha superior, en una cobertura periodística. Derecha inferior, en la actualidad.
Nació en Cuenca, el 22 de julio de 1934, tiene 89 años, pero es quiteño de corazón porque se crio y educó en la capital ecuatoriana. Su padre, Hermann, era un ingeniero alemán, que llegó de Chile al Ecuador. Su mamá Dolores Ayabaca Tello se graduó de médico y fue la primera ginecóloga de Cuenca. Gustavo Von Lippke Ayabaca es nieto del gran escultor y pintor cuencano Manuel J. Ayabaca, una de sus obras está en El Vaticano.
Estudió Medicina, pero su afición por la radio pudo más, porque le acompañaba a su hermana menor, Erika, a las grabaciones en Radio Nacional del Ecuador, ahí comenzó su apego a la comunicación. Se inicio en la cadena Amarillo, Azul y Rojo del Ecuador, en las radios Victoria, Sport, Reloj, Espejo y Onda Azul, donde laboró 26 años. Las emisoras eran de propiedad del radiodifusor Gerardo Brborich Hidrobo.
En Radio Nacional Espejo conoció a Fernando Beltrán Proaño. Su primer compañero y amigo fue Edgar Villarruel Caviedes, quien se retiró de la estación porque se fue a la conscripción, pero cuando regresó del servicio militar pasó a Emisoras Gran Colombia, de propiedad del radiodifusor, Eduardo Cevallos Castañeda.
El talento de Gustavo Von Lippke Ayabaca se conoció en todo el país, por ello fue parte de las radios Colosal de Ambato, de propiedad de los señores Salazar; CRE de Rafael Guerrero Valenzuela y Atalaya de Guayaquil, donde narraba las corridas de toros, porque antes de ingresar a este mundo mágico de la radio era novillero, el seudónimo que tenía era “El Chapetillo”.
En el Puerto Principal conoció a Pepe Murillo, Jacinto Landázuri Soto, Alfonso Chiriboga, Arístides Castro, Marcos Hidalgo, entre otros. Luego laboró en Ondas Azuayas, Mundial de Riobamba. Además, fue corresponsal de El Comercio de Quito, El Universo de Guayaquil y Gamavisión.
En 1985 se retiró de radio Nacional Espejo porque adquirió su propia emisora Fluminense de Babahoyo, 101.5 FM, que cumplió recientemente 40 años de creación. Por esta estación han pasado las voces más conocidas de Los Ríos, porque fue la primera en FM en la provincia, además brindó acogida a muchos soñadores de la comunicación. Ahí estuvieron Carlos Alvarado “La Torraca”, quien fue dos veces alcalde de Babahoyo; Rodolfo Álvarez, conocido como el fantasma de la radio; Oswaldo Pendolema, Jhofre Druet, Dalton Onofre, Jaccely Bustamante, entre otros.
En décadas pasadas fueron parte de la estación, Vicente Coello, que conducía el “Sillón del Peluquero”, una especie teatralización con comentarios jocosos, tenía una sintonía total en Babahoyo; Denis Cabrera actual propietario de Radio Libre; Francisco Mero, que sigue dando las noticias en Fluminense. “Don Gustavo fue un formador de locutores”, indica Erik Westerberg Maldonado, propietario de C6 Televisión, quien en 1997 conducía el programa Mirador Deportivo. El radiodifusor cuencano también es propietario de Radio Sol y Mar de Esmeraldas, 107.9 FM, esta estación está por cumplir casi dos décadas en la Provincia Verde.
Es hermano de dos voces queridas del Ecuador: Erika y Hermann Von Lippke Ayabaca, este último fue propietario de Radio Juventud de Tulcán y tuvo algunos medios en el Litoral ecuatoriano. “Los Von Lippke éramos muy queridos en la capital”, indica. Son cuatro hermanos: Gustavo, Hermann, Jhony Manuel y Erika.
Sus amigos son Edgar Villarruel Caviedes y el fallecido locutor, Patricio Diaz Guevara, a quienes conoció en la Cadena Amarillo Azul y Rojo del Ecuador. Entre sus referentes están el locutor riobambeño, Édison Terán Rivadeneira, de la desaparecida Radio Cordillera de Quito; Guillermo Baca, locutor de noticias de Radio Nacional Espejo, quien a las 09:00, de lunes a viernes, dirigía también el programa Oferta y Demanda.
Vive cuatro décadas en la costa, pero todavía tiene el dialecto quiteño, eso porque se formó en La Carita de Dios, pues vivió en el centro histórico, en las calles Mejía y Benalcázar. Era vecino de los presidentes de la República, porque su casa estaba cerca del Palacio de Carondelet, a la vuelta estaba el teatro Pichincha y el Ministerio de Gobierno, “Todo lo que he sido se lo debo a la capital”, insiste.
Destaca que Los Ríos y Esmeraldas son parte de su vida, porque en estos lugares pudo desarrollar y aplicar todo lo aprendido en la comunicación. En estas dos provincias también obtuvo grandes amigos, así como realizaciones personales y profesionales.
Es padre de Elizabeth, Gustavo, Pamela, Shuberth Medrano, Kurt y Erika Von Lippke. Desde 1963 está casado con Lissette Miketta Moreno llevan 60 años juntos.
Reitera que el apoyo de la familia ha sido fundamental, aunque la pasión por la radio, lo llevó a no disfrutar con ellos muchos momentos importantes. Gustavo Von Lippke Ayabaca extraña la radio de antaño, porque en el sitio se hacían las transmisiones y se vivía la emoción de los eventos. Además, había mucha amistad y solidaridad.
Gustavo Von Lippke Ayabaca de Cuenca a Quito
Su padre Hermann Von Lippke, era el ingeniero alemán, y su madre Dolores Ayabaca, era médico. El apego a la cultura se dio porque su abuelo materno era el escultor cuencano Manuel de Jesús Ayabaca, quien obsequió en 1968 un tallado de un Cristo al Papa Paulo VI, quien “quedó gratamente impresionado ante tan delicada escultura, de rostro perfecto, expresivo y dulce. El Papa encantado dijo: He visto pocos Cristos con gestos tan humanos y naturales. Su expresión viva es impresionante. Esta hermosa obra se encuentra ahora en el museo de El Vaticano”, según publicó diario El Telégrafo. Esta entrega se realizó en Bogotá, en Ecuador gobernaba el Dr. Otto Arosemena Gómez, escribió Rodolfo Pérez Pimental en su Diccionario Biográfico del Ecuador.
Su padre, Hermann Von Lippke, llegó de Chile porque quería regresar a su país, pero se quedó en Cuenca porque se encontró con sus paisanos que eran los propietarios de la Cervecería Bavaria. Como era uno de los primeros ingenieros que llegó a la ciudad puso una oficina de construcciones.
El radiodifusor cuenta que sus padres se conocieron porque Dolores cuando estudiaba en la Universidad de Cuenca pasaba todas las mañanas por un callejón. El profesional alemán siempre la veía pasar, hasta que un día le preguntó a un amigo que quién era la joven. Le dio los datos. “Es hija de Manuel J. Atabaca”. Hermann le pidió que le presente. El amigo le explicó que primero tiene que ganarse la voluntad de los padres. Se hizo amigo del abuelo de Gustavo y entablaron una amistad “y de pasito cuando ya veía que entraba mamá le entró el bichito de enamorarse”.
Se casaron en 1933, cuando su madre se graduó de la universidad y se convirtió en la primera ginecóloga de Cuenca. Gustavo nació en 1934. El traslado a Quito de la familia Von Lippke Ayabaca se dio por temas de negocios de su padre, pero lamentablemente se enfermó y falleció cuando sus hijos eran muy jóvenes.
Erika Von Lippke, la Cadena Amarillo Azul y Rojo y Gerardo Brborich
Su acercamiento a la radio se dio, porque su hermana Erika Von Lippke, siendo muy niña, ya trabajaba en obras de radioteatro y era locutora. Participaba en varias radionovelas en Radio Nacional del Estado. Gustavo, como hermano mayor, siempre le acompañaba.
Un día no llegó un actor que hacía de niño y le pidieron a Gustavo, que le remplace. “Sin saber leer ni escribir me metieron al micrófono, ahí nació el espíritu de la radiodifusión”. El impacto fue positivo, porque desde ese momento no se alejó de la comunicación.
La primera vez que ingresó a trabajar como locutor informativo fue en 1957 en Radio Victoria de Quito, que pertenecía a la Cadena Amarillo Azul y Rojo del Ecuador, cuyo gerente era Arcesio Arcentales Rubio, quien posteriormente fue propietario de Radio Noticia de Quito. Esta estación pertenecía al señor Gerardo Brborich Hidrobo. Luego pasó a radio Nacional Espejo de Quito, Melodía, Reloj y Onda Azul, que eran de la misma cadena.
En estos medios laboró durante 26 años, donde aprendió todo sobre radio. “Para mí Gerardo Brborich fue un gran maestro, gerente y gran hombre, quien me instruía, me enseñaba, me aconsejaba, porque siempre le decía alguna vez usted va a tener su radio, así es que aprenda todo aquí”.
En esta estación hizo amistad con el conocido presentador y relator deportivo Edgar Villarruel Caviedes. Se separaron porque Edgar se fue al cuartel y cuando salió del servicio militar pasó a Emisoras Gran Colombia de propiedad de Eduardo Cevallos Castañeda.
La amistad entre los dos jóvenes siguió, a pesar de que las dos radios competían por la audiencia. Cuando transmitían la vuelta a la república en automovilismo y el ciclismo, “siempre nos encontrábamos las dos emisoras en las etapas de inicio, intermedio y de llegada. A un costado yo, con Radio Nacional Espejo, y al otro costado, Edgar, con Emisoras Gran Colombia”.
Los medios en los que ha laborado
Gustavo asegura que ha laborado en muchas emisoras a escala nacional. En 1963, fue director de Radio Nacional Espejo en Esmeraldas, donde fundó esa emisora, pertenecía a la Cadena Amarillo, Azul y Rojo del Ecuador. Luego pasó a Radio Iris de la misma provincia, cuyo dueño era Daniel Álvarez Tenorio.
En 1964 pasó a Santo Domingo de los Colorados para dirigir La Voz del Triunfo. Desde 1965 hasta 1967 fue corresponsal de El Comercio de Quito y El Universo de Guayaquil. En 1968 fue designado mejor periodista de la provincia de Manabí. En ese mismo año fue presidente del Círculo de Periodistas de El Carmen. En 1972 lo nombraron director de Radio Novedades de Babahoyo. Posteriormente, en 1975, dirigió un programa taurino dominical en canal 4 de Guayaquil.
En Ambato fue parte de Centro de propiedad de Luis Gamboa Tello, así como de Colosal de Ramón Salazar. En estas emisoras transmitía las corridas de toros, lo mismo hacía en Radio Mundial de Riobamba de Pepe Encalada. Locutó también en Ondas Quevedeñas, Ondas Azuayas, Visión de Cuenca, CRE y Atalaya en Guayaquil. En 1980 le otorgaron la concesión de la frecuencia Modulada de Radio Fluminense de la ciudad de Babahoyo.
Siempre está cerca de la actividad gremial, por ello entre 1976 y 1978 fue presidente de la Asociación de Periodistas Deportivos de Santo Domingo. En 1985 ocupó la presidencia del Círculo de Periodistas Deportivos del Ecuador, núcleo de Cotopaxi. Es miembro del Colegio de Periodistas, Unión Nacional de Periodistas, Asociación de Periodistas Taurinos del Ecuador, Círculo de Periodistas Deportivos del Ecuador y de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER).
Gustavo Von Lippke, “El Chapetillo”
Gustavo Von Lippke era la voz oficial de Radio Nacional Espejo en las transmisiones de toros, por la Feria Jesús del Gran Poder, que se efectuaba por la fundación española de Quito. Como fue novillero conocía a fondo las reglas, frases y nombres que se debía decir en el toreo, además de los pases.
Se inició como novillero a los 16 años, debutó a los 17 y se retiró en 1963, cuando se trasladó a Esmeraldas. La última corrida que se presentó fue en la Plaza de Toros Quito, conocida como La Monumental.
El seudónimo que tenía era “El Chapetillo”. Alternó con toreros peruanos, colombianos y españoles. Ahí conoció a Edgar Puente, César García, Manuel Cadena Torres y Pedro Traversari “El Pando”.
Esta afición le permitió torear en Panamá, Venezuela, Colombia y en casi todas las provincias del Ecuador. Su trabajo en el ruedo era impecable, siempre luego de sus presentaciones recibía elogios de los expertos. Sin embargo, a pesar de este éxito, el periodismo y la comunicación pudieron más y se retiró.
Radio Fluminense FM de Babahoyo
A su amigo Franco Muñoz le nombraron Director Nacional de Frecuencias, Gustavo lo visitó en su oficina para felicitarle por su designación. En el diálogo el funcionario le insistió que debía tramitar una frecuencia. Así lo hizo y nació Fluminense de Babahoyo.
Dejó Nacional Espejo en buenos términos, don Gerardo le obsequió un transmisor FM que tenía en el cerro Pichincha y pudo instalar la emisora en la capital de la provincia de Los Ríos. Esta radio recientemente cumplió 40 años.
Babahoyo y la provincia de Los Ríos lo recibieron muy bien. Entre los locutores que pasaron por la estación estuvieron: Carlos Alvarado “La Torraca”, quien fue dos veces alcalde de Babahoyo; Rodolfo Álvarez, conocido como el fantasma de la radio; Oswaldo Pendolema, quien daba noticias; Jhofre Druet animador, generador de contenido para los programas y uno de los locutores más conocidos de Babahoyo; Dalton Onofre que tiene un programa de música que con su locución agradable logra una sintonía total; Jaccely Bustamante que alegra las mañanas con sus parodias y manera alegre de hacer locución, entre otros.
En décadas pasadas fueron parte de la estación: Vicente Coello, conducía el “Sillón del Peluquero”, una especie de teatralización con comentarios crudos y jocosos; Denis Cabrera actual propietario de Radio Libre, quien relató partidos de fútbol en sus inicios; Francisco Mero, que sigue dando las noticias en Fluminense al medio día, entre otros.
Radio Fluminense se asentó como la primera emisora en Frecuencia Modulada de la provincia, es la decana de emisoras en FM en Babahoyo. Además, sirvió como una gran escuela para locutores que tuvieron la oportunidad y la supieron aprovecharon. “Don Gustavo fue un formador de locutores”, indica Erik Westerberg Maldonado, propietario de C6 Televisión, quien en 1997 formó parte del programa Mirador Deportivo. El radiodifusor cuencano también es propietario de Radio Sol y Mar de Esmeraldas, 107.9 FM, esta estación está por cumplir casi dos décadas en la Provincia Verde.
Radio Sol y Mar de Esmeraldas
La esposa de Gustavo, Lissette Miketta Moreno, quien también es una profesional de la radio, es de Esmeraldas, por ello con Gustavo siempre iban de vacaciones a la Provincia Verde, por ese antecedente se le ocurrió crear la emisora, que la puso a nombre de su hijo Kurt Von Lippke, quien es esmeraldeño, pero vive en Quito, estudió periodismo y es graduado en comunicación. La estación ya tiene casi 20 años.
En la época de la pandemia pasó momentos económicos difíciles, por eso casi quiebra, pero insiste que aquí está luchando con paso firme, porque la radio tiene buena aceptación por la programación variada que emite.
En Sol y Mar dirige el noticiero “Radioperiodico Actualidad”, que lo tiene desde que fundó Radio Fluminense. Uno de los segmentos que tiene es de comentarios que se denomina “Escúchenme bien para que me entiendan”.
Gustavo destaca que Fluminense y Sol y Mar son su vida, porque son medios donde se desenvuelve con amplitud, al expresar lo que siente, pero, al mismo tiempo, permite que la gente cuente sus necesidades y alegrías. Al periodista cuencano le gusta la réplica, el comentario y la crítica constructiva, por eso no ha tenido problemas, porque ha sabido actuar con mucha “rectitud”.
Los hermanos Von Lippke y la familia
La familia Von Lippke ha dejado huella en la comunicación ecuatoriana, específicamente en la radio, esto se debió al talento de la menor de los hermanos, Erika, quien era una gran declamadora, le decían la pequeña Berta Singerman, en comparación con la declamadora argentina. Se graduó en el Conservatorio de Música, pero después le gustó el teatro, las novelas y las películas. Ella tuvo una capacidad interpretativa desde muy pequeña. “Entonces mi hermano Herman, tanto como yo seguimos sus pasos, porque siempre le acompañábamos a sus grabaciones. Eso nos motivó y comenzamos”.
Hermann fue un profesional del periodismo, un gran radiodifusor que siempre estuvo dentro de la comunicación. Fue propietario de Radio Juventud de Tulcán, también tuvo otras estaciones en Salcedo, Salinas y La Libertad, donde ahora sus hijos Gunther y Karina Von Lippke siguieron los pasos de su padre. Los Von Lippke Ayabaca son cuatro hermanos: Gustavo, Hermann, Jhony Manuel y Erika.
En la familia la mayoría de los Vonn Lippke son arquitectos e ingenieros, eso porque les vino en los genes por la profesión de su abuelo, Hermann, indica Gustavo.
La familia
El apoyo de la familia ha sido fundamental, aunque la pasión por la radio, lo llevó a no disfrutar con ellos los sábados o domingos, así como fechas importantes. Eso, porque, justo los fines de semana se debía transmitir el fútbol desde el Estadio Atahualpa y enseguida corría al aeropuerto, cogía el avión para Guayaquil, de la terminal aérea al estadio Modelo, y en la noche a las 20:00 retornar a la casa. “A qué hora veía a mis hijos. Muy rara vez estuve con ellos los fines de semana, pero ese era el compromiso con la radio, porque me encantaba y gustaba”.
Gustavo Von Lippke Ayabaca siente nostalgia de lo vivido, porque asegura que “ya los años pesan. No es el mismo espíritu combativo, audaz, decidido de antes, todo cambia, pero tampoco se pierde completamente, siempre queda algo y hay que seguir”, repite.
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Iliana Cervantes Lima
Voces de la Radio