Foto: Izquierda, Juan Montalvo Jurado en Radio Ondas de El Ángel. Derecha superior en Mira. Derecha inferior, en1968 en radio Ecos Andinos, de Pimampiro, con los Hermanos Miño Naranjo.

Es una de las voces más conocidas de la provincia del Carchi. Nació en Mira, Balcón de Los Andes, el 10 de agosto de 1939, justo cuando se iniciaba la segunda guerra mundial. Lleva el nombre del ensayista y novelista de pensamiento liberal, el ambateño Juan Montalvo. Juan Montalvo Jurado esta más de 60 años frente al micrófono.

Laboró en las radios Cultura en Mira, que luego se transformó en Tricolor, Ondas de El Ángel, Ecos Andinos, Ecos de Montúfar y desde hace 20 años es propietario de su propia estación Sky 102.1 FM de San Gabriel.

Cuando era niño escuchaba las emisoras colombianas: Caracol, Sutantenza y Todelar. Mientras que en Ecuador sus preferidas eran HCJB con la voz de Yolanda Molina de Aguilar y Emisoras Gran Colombia, de propiedad de Eduardo Cevallos Castañeda. El equipo de locutores estaba integrado por Manuel “Lito” Pavón del Pozo, Eduardo Brito Mieles, Edgar Villarruel Caviedes, Édison Vargas Acosta, entre otros. “Esas voces eran envidiables”, reitera Juan Montalvo Jurado.

Entre sus referentes están los radiodifusores Azael Terán Reyes, Abelardo Morán Muñoz y Fausto Almeida Cárdenas. Es amigo de otra de las voces más conocidas del país, Ricardo Ruiz Mena, quien es su coterráneo.

 

Sus padres, Jorge Ismael y Clara Luz, querían que sea sacerdote, pero la transmisión que realizó don Fausto Almeida Cárdenas a través de Ondas Carchenses afianzó su pasión por la radio. Eso se dio cuando se emitió el retorno de monseñor Pablo Muñoz Vega a Mira, luego de ser envestido como cardenal en el Vaticano.

Su curiosidad infantil lo llevó a dominar la parte técnica de la radio, cuando conoció al radiodifusor imbabureño, Azael Terán Reyes, propietario de Radio Equinoccial, quien visitaba distintos lugares del Ecuador con el cine rodante. Don Azael le aconsejó que no se vaya al cuartel y siga en la comunicación.

El profesor de la escuela Rafael Arellano, Leopoldo Padilla, era amigo de don Azael, a quien le pidió crear una emisora. Ahí nació Radio Cultura, uno de los primeros eventos que transmitió fue la misa conducida por el padre Oswaldo Pérez.

Luego su amigo Jaime Caicedo, quien estudiaba por correspondencia electrónica, creó Radio Tricolor en AM, en los 1180 Kilogers. Juan también fue parte de esta estación de la que se retiró en 1969. Eso fue cuando recibió una llamada del cantón Espejo, para trabajar en Ondas de El Ángel. Era en Onda Corta, en 60 metros, de propiedad de Pepe Salazar y Alfredo Bracho.

Estuvo un año, porque la vendieron a Pepe Valle de Pimampiro. Juan Montalvo Jurado y Juan Behr instalaron la primera radio en Pimampiro, en la provincia de Imbabura. En esta emisora permaneció dos años. Este último es uno de los primeros técnicos y radiodifusores que tuvo el país, pues según algunas notas periodísticas de la época, “el 16 de junio de 1930, realizó en el Puerto Principal la primera transmisión musical con un pequeño equipo, donde también se emitían por primera vez las cuñas”, por ello, la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER, dispuso que desde 1992, se conmemore el día del locutor.

Su acercamiento al cantón Montúfar, en la provincia del Carchi, se dio porque se casó con Mercy Herrera, en 1970, y se trasladó a San Gabriel. Fernando Pozo, profesor jubilado, propietario de Ecos de Montúfar, 1120 kilociclos, le pidió que ingrese a la estación como técnico.

Juan, luego de varios años, como se cerró Ecos del Montúfar hizo las gestiones para obtener la misma frecuencia, primero fue en AM en los 1120 kilociclos. Luego consiguió en FM y le puso Radio Sky, que primero tuvo la frecuencia 107. 7 y luego cambió a 102.1 en FM.

Juan Montalvo Jurado se relacionó con la Voz de los Estados Unidos de América, conocida como la VOA. Cuenta que desde la embajada de EEUU les enviaban información en cintas magnetofónicas de carretos con temas informativos, musicales, culturales y de salud.  A Juan le tocaba viajar a Quito, para devolver las cintas.

Radio Sky es un término más elegante y actual, repite el propietario de la estación, significa cielo. A lo largo del día transmite programas culturales, musicales e informativos. Aquí todavía se emiten los partes mortuorios, condolencias y saludos musicales.

Juan Montalvo Jurado sigue firme en este camino de la radio, que le ha brindado muchas satisfacciones y amigos. El apoyo de su familia ha sido fundamental en este trayecto. Tiene cuatro hijos: Jaime Aceldo, Shenarda Amparito, Freddy Guillermo y el último Jhon Paul. Su voz es familiar y querida en los hogares del cantón Montufar.

Indica que San Gabriel es su nueva tierra, la nueva madre, porque ahí está su hogar y tiene buenos amigos. Recientemente con su coterráneo, Ricardo Ruiz Mena recibieron un homenaje especial en Mira, por ser los primeros radiodifusores en el cantón. El mismo homenaje recibió Jaime Caicedo, quien ahora vive en Pimampiro y trabaja en su taller de mecánica, él fue el propietario de la primera emisora en Mira, radio Tricolor.

El radiodifusor carchense insiste que él formó parte de la época cuando, a través de la radio, se enviaba mensajes y complacencias musicales. Juan Montalvo Jurado siempre camina con paso firme porque asegura que hay Radio Sky para rato, porque sigue armonizando su vida…

Don Fausto Almeida Cárdenas y Ondas Carchenses

Su afición a la electrónica lo llevó a ingresar en este mundo mágico de la radio, esto se afianzó cuando la radio Ondas Carchenses, de propiedad de Fausto Almeida Cárdenas, transmitió en vivo la visita de Pablo Muñoz Vega a Mira, cantón de la provincia del Carchi. Llegaba del Vaticano recién envestido de cardenal. Juan ayudaba a llevar los cables y corría para cumplir con algún mandado.

Le miraba al locutor y radiodifusor carchense, quien tenía una forma muy personal de narrar los hechos, su voz era potente, le decían el vozalón, esto hizo que en el niño Juan crezca la curiosidad por ingresar a este mundo mágico de la radio. Otro de los locutores nacidos en Mira, Ricardo Ruiz, quien luego laboró en CRI y Municipal La Voz de Imbabura, también estuvo en este evento.

Don Azael Terán, el cine rodante y el cuartel

Juan Montalvo, cuando estudiaba la primaria en la escuela Rafael Arellano, escuchaba dos emisoras de Ibarra y una de Quito: Equinoccial de propiedad de Azael Terán Reyes y Municipal, cuyo director y locutor era Abelardo Morán Muñoz, padre del propietario de FM Ritmo de la Ciudad Blanca, Silvio Morán. En la capital sintonizaba HCJB, “La Voz de los Andes”, con la voz de Yolanda Molina de Aguilar.

Mientras que su afición por la electrónica se inició, porque don Azael Terán, propietario de Radio Equinoccial de Ibarra, llegó a Mira con el cine rodante, donde las películas de la época de oro del cine mexicano eran parte fundamental de la cotidianidad. En esa época los rostros de Jorge Negrete, Pedro Infante, Antonio Aguilar, Pedro Armendáriz, Blanca Estela Pabón, Marga López, Libertad Lamarque, Emilia Guiú, entre otros protagonistas de los dramatizados, eran muy familiares en el lugar.

Las cintas llegaban cada 15 días al pueblo. El radiodifusor imbabureño tenía los aparatos necesarios para emitir las películas. Un día, Juan se acercó y observó cómo se manejaban los tocadiscos, los discos y cómo salía la música. Radio Equinoccial, en onda larga, era muy escuchada, por la cercanía en línea directa con Ibarra.

El profesor de la escuela Rafael Arellano, Leopoldo Padilla, tenía una amistad muy grande con don Azael Terán, a quien le pidió que hagan una radio. Ahí fue el inicio de la radiodifusión en Mira, con Radio Cultura.

Leopoldo Padilla lo llevó al joven locutor a conocer tanto la parte técnica como la locución en una emisora. Con un transmisor pequeño la señal llegaba solo a Mira, en los 40 metros. Juan asegura que la frecuencia era “chimbeada”.

“Hubo algunos guambras que estaban interesados por el nuevo invento”, uno de ellos fue Ricardo Ruiz, quien trabajó en CRI y Radio Municipal La Voz de Imbabura. “Él andaba cogiendo alguna cosa que se parezca a un micrófono e imitaba a los locutores grandes del país”.

Los dos adolescentes cargaban el transmisor de la escuela al estadio para poner la antena en poste. Ninguno de los amigos se imaginaba que iban a tener una presencia destacada en la radiodifusión carchense y ecuatoriana.

En esos años los jóvenes tenían que cumplir el servicio militar obligatorio y a Juan le tocaba ir como conscripto, pero Don Azael le dijo “tú no te vas allá, porque tu profesión es esta, olvídate de todo, porque aquí nace un radiodifusor de Mira”. Siguió los consejos y hasta el día de hoy sigue en este caminar de la comunicación. En esta estación Juan Montalvo estuvo dos años.

La transmisión de la misa y Radio Tricolor de Jaime Caicedo

Mientras estaba en esta emisora conoció a su amigo Jaime Caicedo, quien estudiaba por correspondencia electrónica. Le facilitó un transmisor pequeño, Juan le puso en una caja y le acomodó bonito. Había el tocadiscos que utilizaban en las casas, no había micrófonos, por ello cogió una cajita con los conos de los helados, le puso una bobina de micrófono y un palito de pedestal, luego un cable delgado con una antena en los receptores de radio y funcionó.

Un día conversó con el padre Oswaldo Pérez, era el sacerdote parroquial, y le pidió transmitir la misa por la radio. El religioso aceptó gustoso. Cogieron un rollo de alambre galvanizado delgado y le extendieron hasta la iglesia, que tenía una distancia de una cuadra y media. La sorpresa fue grande porque sintonizaban en las casas y poco a poco fue ampliándose. Era mediados de la década de los 60 del siglo anterior.

Jaime Caicedo era el dueño de los aparatos tecnológicos y sugirió que era necesario ampliarle y hacerle más grande a la radio. La denominó Tricolor en AM 1180 Kilogers. En esos años cargaban los palos y los amplificadores a los lugares de las transmisiones deportivas, era muy difícil, pero la emoción de su trabajo alivianaba el desgaste físico. Juan hacía los controles y locución.

Radio Ondas del Ángel en onda corta

Juan se retiró de Radio Tricolor, cuando hubo una revuelta en el colegio León Ruales, se querían apropiar unos latifundistas de los terrenos que dejaron en Cunquer. A ese lugar, desde Mira, iban en minga y vigilia para reforzar y cuidar los predios del establecimiento educativo. Era 1969, justo cuando se produjo el viaje del hombre a la Luna.

Posteriormente, Juan recibió una llamada del cantón Espejo, más conocido como “El paraíso más cercano al cielo”, para trabajar en la radio Ondas del Ángel, en Onda Corta, en 60 metros, de propiedad de Pepe Salazar y Alfredo Bracho. La primera llamada no hizo caso, pero a la segunda dijo sí. Se emitía noticias, transmisiones, festivales de la canción…  Otra locutora de la estación era Fanny Ortiz.

La emisora tenía cobertura mundial, en una ocasión recibieron un reportaje desde Francia. Desde Europa los oyentes grababan la sintonía y mandaban en una cinta magnetofónica de carrete grande cómo se receptaba la señal, constaban la hora y velocidad de la radio. La voz de Juan se escuchaba potente y espectacular, eso le impactó porque al escucharla parecía que provenía de un hombre alto, muy alto… eso le impactó.

De Ecos Andinos de Pimampiro a Ecos de Montúfar

Juan estuvo un año en Ondas del Ángel, porque la vendieron a Pepe Valle de Pimampiro, quien pensaba que la estación iba a funcionar inmediatamente. Juan cómo ya estaba sin trabajo se trasladó a Quito, en la capital recibió una llamada donde el nuevo propietario de la emisora le preguntó cómo podrían hacer para trasladar los equipos de El Ángel, en la provincia de El Carchi, a Pimampiro en Imbabura.

En único que podría hacerlo era Juan Behr, quien creó la emisora Ecuadoradio de Guayaquil. Era un técnico alemán, pero muy conocido en Ecuador y uno de los primeros radiodifusores en el Ecuador. Con Juan hicieron amistad y le dio algunas sugerencias sobre los transmisores. Los dos juanes: Montalvo y Behr instalaron la primera radio en Pimampiro, que, de Ondas del Ángel en Onda Corta, se transformó en Ecos Andinos, 1120 AM. En esta emisora permaneció dos años, era técnico y locutor.

Su acercamiento al cantón Montúfar, en la provincia del Carchi, se dio porque se casó con Mercy Herrera, en 1970, y se trasladó a San Gabriel. Fernando Pozo, profesor jubilado, era el propietario de Ecos de Montúfar, una estación muy posicionada en la zona, le pidió que ingrese a la estación como locutor.

Con autorización del dueño mejoró el sonido y la potencia. La emisora transmitía carreras automovilísticas, ciclismo y se enganchaban con Emisoras Gran Colombia. “Tocaba templar los alambres hasta el punto de transmisión, llevar la escalera, porque antes no era inalámbrico”.

Las complacencias musicales eran muy requeridas y valoradas por los oyentes, este pedido de la audiencia no se cobraba, pero los mensajes musicales sí, por cada disco tenían que cancelar 5 reales, cincuenta centavos de sucre. Las fechas más cotizadas era Santa Rosa y San Ramón, Santa María, San Pedro y San Juan, así como los días del padre y madre o cuando los jóvenes se alistaban para ir al cuartel.

Los temas más solicitados eran: Rosita linda y soldado raso cuando los jóvenes iban al cuartel. Eran años cuando se amanecía con las complacencias y mensajes musicales.  En esta emisora estuvo cerca de 30 años, cuando se cerró la radio.

De la frecuencia 107. 7 a 102.1 en FM

Juan como se cerró Ecos del Montúfar hizo las gestiones para obtener la misma frecuencia. No se demoró mucho el trámite, porque era amigo de los técnicos de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel) hoy Arcotel. Con los equipos de AM inició la nueva era de la radio en la provincia del El Carchi, en Amplitud Modulada estuvo unos tres años. Era el canal 11 20, porque la frecuencia era 1120 kilociclos.

Como venía seguido a Quito, de la Supetel le indicaron que la solución sería obtener la frecuencia de FM. El proceso no fue difícil, pero si un poco largo, aunque el jefe de la Supertel le ayudó para que el trámite, que estuvo guardado seis meses, se concrete inmediatamente. “Vio que todo estaba listo y él mismo firmó ese momento. Gracias a él tengo la frecuencia de FM fue rápida y sin ninguna traba”.

A Juan Montalvo Jurado le gusta innovar y reinventarse porque eso necesita nuestro país. Después de conversar con familiares y amigos, se dio muchos nombres para identificar a la estación, a Juan se le ocurrió ponerle Sky, porque como tiene contactos internacionales le sonó familiar ese nombre.

Radio Sky, primero tuvo la frecuencia 107. 7 que duró hasta hace unos 10 años, cuando hubo la última renovación. “En esta frecuencia se dio cátedra gracias a la voluntad del pueblo de San Gabriel, cantón Montúfar y la provincia”.

Viajó a Quito donde conversó con un ingeniero Carrillo a quien le preguntó, si hay posibilidades de hacer la frecuencia local, porque si le escuchan en Quito, no saca ningún beneficio, porque no hay ningún tipo de financiamiento. Así llegó 102.1 en FM. Con esta frecuencia hubo un acercamiento con la embajada de los Estados Unidos, para que le entreguen programas informativos y culturales.

La VOA enviaba material en cintas, pero había que devolver…

La Voz de los Estados Unidos de América, conocida como la VOA, siempre le gustó a Juan, eso hizo que se relacione con la cadena internacional. Hubo un espacio que se denominó “Éxitos latinoamericanos”, otros de ciencia y salud.

Cuenta que de la embajada de EE. UU. enviaban la información en cintas magnetofónicas de carretos y tocaba devolver en Quito. Eso hacía desde que estaba en Tricolor hasta Ecos de Montufar. El viaje era largo, pero tocaba hacerlo, porque era una de las condiciones que ponía la sede diplomática para enviar la información. Para las emisoras de Quito era fácil, porque iba una persona de la sede diplomática y retiraba en las estaciones capitalinas, repite.

Radio Sky, armonizando tu vida

Radio Sky es Radio Cielo, es un término elegante y actual, repite el propietario de la estación. A lo largo del día transmite programas culturales, musicales e informativos. En esta estación todavía hay los partes mortuorios y condolencias.

Aparte de Juan, trabajan como locutoras: Andrea López y Rosy Vallejo. Dice que la pandemia privó de todo lo físico, antes llegaba El Comercio y el Diario del Norte, pero ahora lo digital suplió ese vació inicial.

Juan Montalvo Jurado sigue en este camino de la radio, que le ha brindado muchas satisfacciones y amigos. El apoyo de la familia ha sido fundamental en este trayecto. Tiene cuatro hijos: Jaime Aceldo, Shenarda Amparito, Freddy Guillermo y el último Jhon Paul.

Se siente satisfecho del trabajo realizado en estas más de seis décadas frente al micrófono. Su voz es familiar y querida en los hogares del cantón Montufar, cuyos habitantes siempre acuden donde “don Juanito”, para emitir los mensajes musicales y las condolencias. Todos lo conocen y saludan con respeto.

Con Ricardo Ruiz Mena son las voces de Mira para todo el Ecuador. “Para nosotros es una enorme satisfacción ser los primeros allá”. Recientemente recibieron un homenaje especial en su ciudad por ser los primeros radiodifusores en el cantón. El mismo homenaje recibió el técnico Jaime Caicedo, dueño de la primera radio en la ciudad.

Asegura que la radio es la esposa más querida, porque este medio da vida y quita el sueño a la vez.  Asegura que San Gabriel es su nueva tierra, la nueva madre, porque ahí tiene el hogar y buenos amigos. Juan Montalvo Jurado insiste que hay Sky para rato, porque es una estación que siempre está armonizando su vida.

 

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Iliana Cervantes Lima

Voces de la Radio

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