Foto: Izquierda, Jorge Fegan Pólit en 1961, cuando tenía 30 años. Derecha superior, con Raúl “Chato” Padilla. Derecha inferior con María Elena Velasco, conocida como la India María.

Es uno de los primeros actores ecuatorianos que se abrió paso en el competitivo mundo de la actuación en México, donde ganó un Premio Ariel por su actuación en la película “Rojo Amanecer”. Actuó en teatro, radio, cine y televisión. Fue locutor, guionista y argumentista. Su carrera se inició, en 1949, en las radios Quito, Gran Colombia y Nacional Espejo. Una de las obras de radioteatro en las que actuó fue “El Derecho de no Nacer”, “Pasional y Sangre en las manos”, dirigida por el director de radioteatro, Leonardo Páez.

Nació en uno de los barrios más tradicionales de Quito: San Roque, el 3 de agosto de 1931. Sus padres fueron Lucio Fegan, de ascendencia irlandesa, y Magdalena Pólit. Fueron 8 hermanos: Jorge, Guillermo, Mario, Fernando, Magdalena, Paulina, Amparo y Lucio.

Su debut en el cine se dio en 1951, con la cinta “Amanecer en el Pichincha” (pasión andina), dirigida por Alberto Santana. Formó parte de las compañías teatrales de Leonardo Páez, la Compañía Nacional de Comedias de Ernesto Albán, y la Compañía Dramática Nacional, donde intervenían Pedro Jorge Vera, Lila Mayo, Marco Barahona, entre otros. Fue parte también del grupo de Telmo Vásconez y de los Hermanos Moncayo. Entre 1954 y 1955 estudió en la Escuela de Arte Dramático de la Sociedad Amigos del Teatro en Quito.

En 1957 participó, junto al radiodifusor Edison Terán, en la primera transmisión de televisión en circuito cerrado, realizada desde el Teatro Nacional Sucre. En este año se trasladó a México para estudiar en la Academia Andrés Soler, donde se graduó en 1963. En 1958, tras su llegada a la capital mexicana, se unió a la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI).

Gracias a su actuación en la obra “Muertos sin sepultura”, de Jean Paul Sartre, fue contratado por Manolo Fábregas. Se lució en sus presentaciones en los teatros Insurgentes e Iris. En el país azteca actúo en radioteatro en las emisoras XEW, XW, XCO y XWE. Fue parte de más de 250 películas, 60 obras de teatro, 500 programas de televisión y cuatro años de producción radiofónica.

Compartió escenario y estudios de grabación con grandes estrellas del cine, como Irene Papas, Geraldine Chaplin, Isabel Adjani, Ana Schygulla e Ignacio López Tarso, así como directores y realizadores de la talla de Jorge Pons, Felipe Casals y Arturo Pimstein. Su sueño siempre fue realizar producciones ecuatoriano-mexicanas.

Tras su participación en varias telenovelas, como “La Gloria y el Infierno”, “El Maleficio II”, “La Trinchera”, entre otros, se dedicó al teatro. En una entrevista que le brindó al director teatral, Álvaro San Félix, que fue publicada en 1991 en su libro “Radiodifusión en la Mitad del Mundo”, Jorge Fegan Pólit, contó que “en esa época no se grababa, se trabajaba en vivo, lo que volvió a los actores muy profesionales. Los empresarios pagaban poco, pero pagaban; nos explotaban porque somos vulnerables al estar frente a un micrófono o en el escenario, y todo a cambio de la admiración que el público nos tiene”. 

Siempre regresaba al Ecuador, jamás se desvinculó del país. El periodista de espectáculos de los diarios El Comercio y Últimas Noticias, Terry Williams, le entrevistaba para conocer sus nuevos proyectos. En 1985 publicó una nota que decía “Jorge Fegan no es profeta en su tierra”, a pesar de sus innumerables participaciones en el cine y la televisión mexicana. El actor quiteño en sus actuaciones dejó parte de su vida, por ello todas las obras, filmes y telenovelas tuvieron un gran valor grande en su existencia.

Cuando grabó la película “Mi Barrio La Merced”, dirigida por Rafael Villaseñor, el actor ecuatoriano, pedía a las personas que acudan a las salas de espectáculos y a los cines, “y que de esta manera especial se apoye al cine mexicano, porque solo así se podría salir adelante”, publicó El Periódico del país azteca.  Luego de estas declaraciones Jorge filmó en el estado de Tlaxcala “Los dos Matones”, dirigida por Roberto Rodríguez.

No todo fue color de rosa en México. Una vez, viendo que los papeles que le otorgaban eran de relleno y la paga era mínima. Le contaba a Leo “El Duende Rivas” Rivas que un amigo le dijo que necesitaba una persona como él, para que se haga cargo de su rancho, mientras él se iba de viaje a Europa. Este viaje duró tres años y Jorge lo administró muy bien. Hubo bonanza hasta que pudo llevarle a su mamá, el bicho de la actuación siempre le siguió. Dejó el rancho e ingresó a la televisión, con mucho éxito.

En las décadas de los 80 y 90 se proyectaron en el Teatro Universitario algunas películas del actor quiteño, entre ellas estuvieron “Tijuana Caliente”, junto a Teresa Vélez, Marco de Carlo y Víctor Alcocer; otra de las cintas presentadas en la serie retrospectiva del cine mexicano fue “Actas de Marusia”.

“El éxito de Jorge Fegan radica en sus magníficas caracterizaciones y perfecto desenvolvimiento ante el público, por ello es uno de los pocos actores extranjeros en México que mantiene activa su profesión”, destacaba la revista Teleguía en 1964.

El sueño de su hijo Jorge Alejandro Fegan es hacer un documental sobre la trayectoria de su padre y el legado que dejó al teatro y la actuación nacional e internacional.

El hermano mayor

Jorge tenía 15 años cuando se quedó huérfano de padre. Don Lucio Fegan tenía 37 años, era 1946. Sus hermanas menores le decían papá, cuando en realidad era el hermano mayor. Jorge estudió en el pensionado Pedro Pablo Borja de Quito, es hermano mayor de una las voces más potentes que ha tenido el Ecuador: Fernando Fegan, quien fue parte de las radios 24 de Mayo, Victoria, Cordillera, Nacional y Quito.

Jorge Vinicio Fegan Pólit tenía una voz profunda e imponente. Siendo aún adolescente, fue llamado a la radio para que interprete un personaje en una radionovela. Ahí inició su pasión por la actuación. El actor ecuatoriano estuvo en radio siempre desde la ficción, no de la locución, el periodismo o el comentario.

Publicaciones del diario Ultimas Noticias del año 1986 señala que se inició en este mundo mágico de la actuación en la década de los 50, “junto con figuras de la época como Gonzalo Proaño, Ernesto Albán, Abraham Cevallos, Telmo Vásconez, y Marco Barahona, quién dirigió la escenificación “Madre Bendita seas”.

“Amanecer en el Pichincha” (Pasión Andina)

Esta es considerada la primera película ecuatoriana. Actuaron: Salomón Rosero, como don Agustín, novio de Rosalía; Hipatia Bucheli, doña Clara, tía de Rosalía; Martha Jácome, Rosalía, la sobrina; Aida Mideros, Maruja, amiga de Rosalía. También actuaron Jorge Fegan Pólit, Lilian Orozco, Eva Murillo y Oscar Guerra. Luis Aníbal Granja puso la música con su acordeón. La pieza musical que se escucha como fondo en casi toda la película es “Mi Longuita”. Era la época en que la actuación y el cine eran una novedad, por eso no les pagaron a los actores, contó Eva Murillo, quien hacía el papel de “Campanita”, la empleada doméstica de la hacienda.

El director, un soñador chileno, Alberto Santana. Estaba casado con una manabita. Nadie creía en su sueño, por ello publicó en el periódico que deseaba contratar actores y actrices para una producción nacional. Hubo gran aceptación por ello realizó la selección de los mejores talentos. El estreno fue en el teatro Espejo.

Carlos Serrano Polanco y su esposa Laura, ofrecieron su hacienda, que estaba ubicada en el Valle de Los Chillos, para que sirva de locación para la filmación que la hicieron con una sola cámara. Ahí se inició el camino del cine, aunque escaso en Ecuador, publicaba una nota escrita por Ramiro Ordóñez y publicada en la revista del domingo de Diario Hoy, La libre Ilustrada, en octubre de 1987. En sus páginas 12 y 13.

Los anuncios de la época decían: “Tome Orangine, vitamínica y deliciosa. Ecuador Sono Films, películas parlantes nacionales al servicio del mejor conocimiento del país, invita al público a ver sus últimas producciones filmadas en Quito, que llegarán pronto de los laboratorios. Particularmente: Amanecer en el Pichincha (Pasión Andina). Primera película parlante ecuatoriana. Con todo el inmenso colorido y palpitar humano de la sierra ecuatoriana y dentro de un marco sorprendente de paisajes maravillosos, bailes y canciones típicas, del más puro sabor criollo. Con el auspicio de Dodge: automóviles y camiones. Manuel Ortega B, distribuidor”.

La nostalgia del Ecuador y el triunfo en México

Jorge Fegan Pólit siempre regresó al país que lo vio nacer, extrañaba el cielo azul de Quito, las calles tranquilas del Centro Histórico, la familia y los amigos. En una entrevista, realizada en junio de 1964, por la revista Teleguía, le contaba al periodista Carlos L. Real, que recuerda mucho al Ecuador, extrañaba su infancia, aunque agradecía al país azteca, porque trabajaba intensamente.

Estaba ya siete años en el país azteca y había compartido la pantalla grande con los talentos de la época: “El Cara Parchada”, con Clavillazo; “Mi Madre es la Culpable”, con Marga López; “Las recién casadas”, con Joaquín Cordero, Eduardo Alcaraz, Luz María Aguilar, Olivia Michel, Mona Bell. Además, filmó cuatro películas bajo la dirección de José Díaz Morales.

El actor quiteño contaba que el teatro fue fundamental en su vida. En México siempre lo hizo de la mano de la compañía de Manolo Fábregas. Las obras en las que actuó fueron “Dime con quien andas”, junto a Maricruz Olivier; “El Hijo de Catalino”, con Kitty de Hoyos; “Las de Caín”, con Oscar Ortiz de Pinedo y Rosa María Gallardo. Esta obra alcanzó más de 100 presentaciones y por lo tanto se hizo merecedora a una placa que se colocó en el teatro. Una obra que tuvo mucha aceptación fue “Qué hombre tan simpático”, de la mano de Oscar Ortiz de Pinedo.

“Operación Minifalda” también fue otra obra de Jean de Letraz, tuvo más de 300 presentaciones durante seis meses en varias ciudades de México. Trabajó con María Prado, Lina Marín, Elsa Cárdenas, Pancho Müller que también era director y actor. Emilio Brillas, considerado como primera figura cómica de México.

El sábado, 25 de julio de 1964, en la columna de El Duende, que era del compatriota Leo Rivas, residente en México, se lo titula como “El Villano Jorge Fegan de la farándula mexicana”, donde se destaca su participación en una telenovela de 37 capítulos que se llamaba “Historia de un canalla”.

El 11 de junio de 1977, en una entrevista con el periodista Terry Williams, hizo un llamado a las autoridades de Gobierno y a las entidades para que aúnen esfuerzos en pro de una industria cinematográfica que diera una imagen internacional al Ecuador. “Que hermoso sería que la obra de Juan León Mera “Cumandá” fuese llevada a la pantalla grande, para que la conozca todo el mundo, como carné de identidad de un país que se supera y marcha hacia el futuro”.

A pesar del éxito que tuvo en Norteamérica, siempre estaba entre sus planes regresar al Ecuador y formar su propia academia de actuación e impulsar a nuevos talentos artísticos que reactiven al teatro en el país.

Un actor de carácter

Desde 1964 trabajó en teatro junto al reconocido director y productor Manolo Fábregas. En repetidas ocasiones llegó a ser parte del elenco fijo de su compañía, compartiendo escenario con actores de la talla del cubano Oscar Ortiz de Pinedo.

Jorge Fegan se caracterizaba, en teatro, por sus personajes cómicos, pero a la vez fuertes. Su trayectoria la desarrolló principalmente en este género.  Desde entonces fue considerado como un “actor de carácter”, es decir, que interpretó personajes inusuales, interesantes o excéntricos. Así lo describía la revista Patio de Butacas, en 1964; y replicado en el suplemento del periódico El Nacional del mismo año.

Su primera película en el cine fue “Las recién casadas”, cinta que la revista Cine Mundial en su número 2.744 le dedicó una página entera. Decían de él “Actúa con desenvolvimiento, con gran naturalidad. Casi todas sus escenas las logra en la primera toma”.

En el suplemento del periódico “Carrusel cinematográfico”, del 25 de julio de 1964, le dedicaron un artículo titulado “El Villano Jorge Fegan en la farándula Mexicana”, porque se lo enmarcó dentro del rol de antagonista, que interpretó a lo largo de su carrera.

Siempre regresaba al Ecuador

En diciembre de 1965 retornó a Ecuador con intenciones de formar una compañía Nacional de Teatro. Según artículos publicados en los periódicos El Telégrafo y Últimas Noticias de dicho mes, primero llegó al Puerto Principal donde permaneció ocho horas y se entrevistó con el presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Dr. Abel Romeo Castillo. Luego se trasladó a la capital ecuatoriana.  En el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, lo esperaban sus familiares, entre ellos su hermano, el conocido locutor, Fernando Fegan.

El periodista de El Telégrafo Hermel de la Cruz, publicó que el actor estaba emocionado de regresar al país, especialmente a las ciudades que había visitado: Quito y Guayaquil a las que había visto cambiadas y modernas.

“A partir de algún tiempo he sentido la necesidad de retornar a mi Patria, para estar junto a mi familia y amigos”. El actor ecuatoriano deseaba quedarse en Ecuador, aunque debía retornar a México para cumplir los contratos que había firmado previamente, pero su meta final era afincarse nuevamente en Quito, pero lamentablemente era una época, que no se apoyaba la cultura en el país.

“Bandera Negra” y el “Monólogo El Hijo”

En 1966, en el Teatro Sucre de Quito, presentó el monólogo “Bandera Negra” de Horacio Ruíz de la Fuente, dirigido por Virgilio Mariel. En aquella ocasión se descubrió en el hall de aquel teatro, una placa conmemoratoria entregada por la ANDA, Asociación Nacional de Actores de México, en memoria a los artistas ecuatorianos fallecidos: Olimpia Gómez, Marina Gonzabach, Emilia Moncayo, Teresa Tello, Eduardo Albornoz, Jorge Barahona, Luis Carrillo, Leonardo Barriga, Abraham Cevallos, Humberto Dorado Pólit, Luis Hernández, Alberto Herrera, Gonzalo Proaño y Augusto San Miguel. Descubrió la placa el Ministro de Educación, Luis Monzalve Pozo.

Su debut en Quito le valió muchas críticas positivas. En publicaciones de los medios impresos: Meridiano, El Tiempo, La butaca del lector y El Heraldo de Ambato se podía observar artículos resaltando la actuación del artista nacional. En uno de sus comentarios se lee “Jorge Fegan sale victorioso con sus alas intactas y brillantes. Los nutridos aplausos del público y el silencio contenido en los momentos más críticos lo testificaron. Se adueña de su papel y del público. Mímica total, espontánea, sin alardes para los pasos cómicos, pero sobre todo patetismo vibrante y matizado”.

El poeta y radiodifusor, Edgar Castellanos Jiménez, cuenta que lo vio actuar en Ambato, donde hubo un lleno total y Jorge Fegan deslumbró con su manejo actoral en el escenario.

Esta obra era una tragicomedia de dos actos, el actor quiteño representaba al torturado protagonista Valentín Sánchez Mosquera. Tenía el auspicio del Ministerio de Educación Pública y la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Los precios para palcos de primera y segunda era de 20 y 15 sucres, respectivamente, butacas 20, lunetas 15 y galería 5. Se podían comprar en las boleterías del teatro Sucre o en los supermercados La Favorita.

El entonces Subsecretario de Educación Pública envió una carta de invitación a todos los establecimientos de educación media del Ecuador, para asistir a las funciones de “Bandera Negra”. En ella dice “su obra, “Bandera Negra”, que es una protesta airada sobre la pena de muerte, es un monólogo de elevada calidad intelectual y artística que lo ejecuta con singular maestría y plasticidad…” Tras el éxito en Quito, realizó una gira por varias provincias del Ecuador.

En este mismo año hizo la lectura teatralizada de “El Hijo” del escritor y literato quiteño, Hernán Rodríguez Castelo, era un monólogo de una hora con 45 minutos, donde el actor destacaba por su memoria prodigiosa.” Eso es vital para un actor”, insistía en una entrevista realizada por Terry Williams y publicada en diario El Comercio, el 23 de enero de 1987.

Conspiración Bikini y el accidente de Fernando Fegan Pólit

A inicios de 1967 participó en el rodaje de la película ecuatoriano-mexicana “SOS Conspiración Bikini”. Jorge Fegan actuaba como el Agente 4. Era una coproducción mexicano-ecuatoriana de Filmadora Ecuatoriana Cía. Ltda. Estaba protagonizada por Julio Alemán, Sonia Furió, y Sonia Infante. También actuaban Roberto Cañedo, Maura Monti, Noe Murayama, Grace Pólit, Carlos Agosti, Lorraine Channel, Isela Vega y Liza Castro. El director era René Cardona Jr. Fue filmada en Ecuador. Los actores y el equipo de producción se hospedaron en Hotel Humboldt, en el centro de Quito.

El 3 de agosto de 1966, el día del cumpleaños número 35 de Jorge Fegan Pólit, mientras filmaba esta película sufrió un accidente automovilístico que le provocó una ruptura de tabique y lesiones en su rodilla derecha. Nunca quiso operarse y su nariz fue parte de la identidad del actor quiteño en sus obras, películas y telenovelas.

Regresa a México

A finales de la década de los 60, del siglo anterior, decidió regresar a México por la falta de oportunidades en Ecuador. Desde entonces logró una prolífica carrera como actor, libretista y guionista. Participó en más de 250 producciones de cine y televisión, e innumerables piezas de teatro y radio.

Trabajó con grandes directores, como José Díaz Morales, José Luis Ibáñez, Julio Bracho, Julián Soler, Chano Urueta, José Estrada, Arturo Ripstein, Miguel Littin, Felipe Cazals, Carlos Saura y José Luis Urquieta.

Compartió créditos con actores y actrices como Geraldine Chaplin, Boris Karlof, Isabelle Adjani, Damian Alcázar, Vicente Fernández, Verónica Castro, Ana Belén, Ignacio López Tarso, Lucía Méndez, Enrique Guzmán, Christian Bach, Jackeline Andere, Diana Bracho, Gael García Bernal, La “India” María, “Cantinflas”, “Capulina”, “El Santo”, Lucha Villa, Óscar Ortíz De Pinedo, Libertad Lamarque, Silvia Pinal, Manolo Fábregas, Pedro Armendáriz Jr, entre muchos más.

El cine y la televisión

Participó en “Tragedia en Arizona”, un filme que se basó en hechos reales sobre la historia de 17 personas que intentaron ingresar a los Estados Unidos de manera irregular, pero fueron abandonados en el desierto, lo que ocasiona desesperación y locura, 15 de ellos fallecieron. En este filme Jorge participó como actor y escritor de la obra.

Además, fue parte del elenco en varias telenovelas, entre sus papeles más memorables está su rol como el Señor Escudero, en Cuna de Lobos.

“Rojo amanecer” y el Premio Ariel, para Jorge Fegan Pólit

Por su participación como “el abuelo Roque” en la película “Rojo Amanecer”, ganó un Premio Ariel en México. En esta película se revive los hechos suscitados en el octubre de 1968, cuando en Tlatelolco, “los estudiantes se levantaron para luchar por sus derechos y cayeron en una descarada balacera que acabó con la vida de cientos de jóvenes universitarios”, indica su hijo Jorge Alejandro Fegan.

La película fue filmada en 1989 y era protagonizada por María Rojo, Héctor Bonilla y Jorge Fegan. También estelarizaban los jóvenes Bruno y Demián Bichir, así como Eduardo Palomo. El actor y productor Valentín Trujillo apoyó económicamente para la filmación, porque era una película que no tenía financiamiento, por ello hicieron peripecias, para realizar la producción, dijo su director Jorge Fons.

Según versiones de la época se grabó y editó en un sitio secreto, que era parecido al original, con la finalidad de no tener inconvenientes con el Gobierno. La idea era cuidar todos los detalles para que no censuren la cinta, pero a pesar de todos los cuidados se estrenó un año después de la grabación, en 1990.  

Diario El Comercio publicó en agosto de 1993, semanas después del fallecimiento del actor, ocurrido el 10 de julio de 1993 en ciudad de México, un análisis de la actuación de Jorge Fegan Pólit como el abuelo. “El personaje de Jorge Fegan era del abuelo “un militar retirado de alguna guerra civil o movimiento independentista que se reprimió en el recuerdo de los hijos, reventó en el corazón de los nietos y se volvió diferente en la generación contemporánea, acostumbrada a vivir historias filmadas y lejanas. Este personaje representa la tradición y el pasado. El abuelo guarda en sí mismo todo el dolor de las primeras luchas y protestas, toda la valentía del enfrentamiento, impaciencia y la fuerza de la experiencia, que se contrapone y complementa con la rebeldía, la violencia, las pasiones humanas y con la teoría revolucionaria de la década de los 70”.

Esta interpretación magistral del actor hizo que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) le entregue este reconocimiento que se otorga a las personas que se han destacado con sus actuaciones en la industria cinematográfica.

Jorge Alejandro acota que su papá en 1987 recibió la presea “Virginia Fábregas” otorgada por la Asociación Nacional de Actores (ANDA) de México, por 25 años de trayectoria artística. “Este premio fue muy importante en su carrera porque le otorgó una institución que representa a las estrellas del país azteca”. En 1988 recibió por parte del Gobierno del Ecuador la Medalla de Oro Honorato Vázquez.

El documental

En 1983 nace su hijo Jorge Alejandro Fegan, quien siguió los pasos de su padre. Estudio cine, es guionista y realizador. En la actualidad está en proceso de investigación, para grabar un documental sobre la trayectoria de su padre, Jorge Fegan Pólit. Asegura que mucha de la información de su papá no se encuentra porque la mayoría de sus hermanos han fallecido. Dice que sabe poco de la vida del gran actor ecuatoriano, porque cuando falleció él era un niño. Sin embargo, destaca que, por cartas, películas y recortes de periódicos, está uniendo información, para lograr un documento completo, que narre el legado dejado por este gran actor, que en julio de 2023 cumple 30 años de su fallecimiento en la ciudad de México.

Sin lugar a duda, el trabajo actoral de Jorge Vinicio Fegan Pólit, se lo sigue sintiendo, a través de las películas en las que participó y las publicaciones que destacaron su tarea actoral. El actor quiteño fue muy valorado en México, pero también en Ecuador, porque Jorge Fegan Pólit sí fue profeta en su tierra.

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Iliana Cervantes Lima

Voces de la Radio