Fernando Fegan Pólit, la voz internacional del Ecuador
Foto: Izquierda, Fernando Fegan Pólit. Derecha superior e inferior en 1970. Constan entre otros: Eduardo Brito, Jorge Carrera Viteri, Jaime Moya, Rene Torres, Alfonso Laso Bermeo, Erika Von Lippke, Jorge Mantilla Ortega, entre otros.
Su voz era parecida a la del actor y locutor de doblaje mexicano Carlos Montalbán, quien fue la voz oficial para el mundo de la marca de cigarrillos Marlboro en las décadas de los 50, 60 y 70. Fue amigo de Vicente Córdova Franco, Gonzalo Rosero, Alfonso Laso Bermeo, Guillermo Jácome Jiménez, Edison Terán, Gonzalo Portugal y Alfredo Rodríguez Coll. Fue parte importante del inicio de Radio Cordillera, una estación que implantó un nuevo estilo de locución en el país. Laboró en las radios 24 de Mayo, Victoria, Nacional y Quito, En 1964 incursionó en la televisión en los canales 4 y 6. Fue comentarista de toros con Rodolfo Calderón una de las voces más reconocidas de la radiodifusión ecuatoriana.
Fernando Fegan Pólit, era un hombre multifacético. Fue actor y narrador de obras de radioteatro, grababa comerciales con Hilda Sampedro, Erika Von Lippke y Edison Vargas Acosta. Era una de las voces más solicitadas por las marcas más conocidas de ese entonces. Cuando ingresó a La Voz de la Capital dio un giro a la forma y fondo de los noticieros capitalinos que hasta esa época eran solo lectura de periódicos. Reforzó el noticiero Ecuadoradio, que lo había iniciado Edison Terán.
Fue narrador de la película ecuatoriana “El Grito Sublime”, dirigida por Jaime Cuesta, los codirectores eran Alfonso Naranjo y Teodoro Gómez de la Torre. Se estrenó en 1979. “Describe la gesta heroica del Primer Grito de Independencia en 10 de Agosto de 1809… “
La visita al profesor Julio Herrera Sánchez en San Juan
Fernando Fegan Pólit fue alumno de Julio Herrera Sánchez, padre del locutor y presentador de televisión Francisco Herrera Luna, en el Colegio Borja. Un día viendo la inquietud de su hijo, le invitó al comunicador quiteño a su casa que era en el barrio de San Juan, en el centro de Quito, para que le explique cómo es este mundo mágico de la radio.
Julio Herrera Sánchez escuchaba a “La Voz de la Capital” y veía el potencial de su hijo, por ello quería apadrinar su afición con un profesional carismático y de prestigio, dueño de una voz privilegiada, como era Fernando Fegan. “Tuve el gusto de dar mis primeros pasos, aprendiendo de su experiencia y conocimientos, así fue como me iba formando en esta carrera de la comunicación”, destaca Francisco Herrera Luna.
El radioteatro
El hijo del locutor quiteño, Juan Fernando Fegan Ponce, cuenta que su papá tenía una voz que la gente escuchaba con gusto e interés. Se inició animando las elecciones de reinas y conducía programas que había en los barrios de Quito. Siempre se caracterizó por el manejo elegante que le daba a su voz, por ello era contratado para realizar obras de radioteatro, que frecuentemente eran de galán, porque su voz generaba el imaginario de hombre atractivo y apuesto, aunque en la vida real también lo era, destaca su compañera de trabajo, la también locutora y actriz riobambeña Hilda Sampedro.
Por su talento en la actuación ingresó como actor de radioteatro en la emisora 24 de Mayo, de propiedad de Eduardo Andrade. En ese tiempo a los actores y actrices se pagaba cinco sucres por capítulo grabado.
Estuvo en otras emisoras como Victoria, cuyo slogan era “La Voz de la Patria y la Catedral de radioteatro”. Así como también en las emisoras Consular y Ecuatoriana. “Fernando dejó sentadas las bases y un semillero de escuela para las nuevas generaciones de locutores”, destaca el locutor imbabureño, Fabián Salazar Paredes.
En 1971 fue contratado por la Prefectura de Pichincha, que en ese tiempo estaba dirigida por Álvaro Pérez Intriago, para hacer radioteatro sobre el sesquicentenario de la Batalla Pichincha (1822-1972). Ahí fue el narrador de estas dos obras históricas: La Batalla del Recuerdo y el Viaje Heroico. Actuaban René Torres, Erika Von Lippke, Jaime Porras y Jorge Aníbal Salcedo. El libreto era de Jorge Ribadeneira Araujo, en el sonido estaba José Almeida. La coordinación general estaba a cargo de Enrique Proaño. Se presentó un LP que tenía el auspicio de Marlboro, La Internacional y Martinizing.
Juan Fernando recuerda que su padre grababa obras de terror. Tenía una facilidad para interpretar los papeles que le pongan, pero cuando era de miedo el escucharlo era tenebroso y generaba miedo, asegura.
El periodista y abogado Néstor Arboleda cuenta que Fernando Fegan impulsó varias obras de radioteatro en Radio Quito. Recuerda que para una de esas obras le pidió que escribiera un libreto, tras grabarse un capítulo, Fernando le reclamó muy caballerosamente, “porque le había hecho repetir varias veces un texto, como una forma de diálogo”.
Radio Cordillera 1520 AM
Más tarde, en 1959, pasó a Cordillera y se convirtió en animador y presentador de los éxitos musicales del momento en los programas Carrusel y Ritmos de Juventud, era el primer espacio Disc Jockey de la capital. Con Guillermo Jácome Jiménez y Edison Terán inician una nueva etapa de la radio que se denominó “El Programa Disco de entretenimiento”.
Fue el presentador de varios espacios en el dial de los 1520 AM, “La frecuencia de los éxitos, Radio Cordillera”. En un avance de 1959, con las voces de Guillermo Jácome Jiménez y Fernando Fegan se puede escuchar a estos dos locutores que marcaron historia en el Ecuador.
Guillermo Jácome Jiménez dice que, en el año 1959, el señor Fernando Fegan pasó a manejar los programas Carrusel y Ritmos de Juventud, en la misma línea y políticas establecidas, esto es dando prioridad a la preferencia del público y como locutor aportando nuevas ideas y léxico a la promoción discográfica…
Fernando Fegan continúa con el diálogo y señala que la influencia italiana en la canción melódica se impuso, creando verdadera escuela. Frank Sinatra, la voz, sigue obteniendo cuantiosos dividendos al seleccionar sus temas, pero en el clan se ha incluido un nuevo nombre, que sin duda será partícipe de los aplausos norteamericanos. Luego de acompañar a Jerry Lewis en la pantalla, Dean Martín se dedica de lleno a la canción y esta es una buena muestra de su aterciopelada voz. En la vuelta número tres de Carrusel canta Return to me.
El sonidista Pepe Borja Bedoya, acota que cuando estaba en esta estación, que pertenecía a la familia Villamar, propietarios de la Botica Pichincha, hoy Fybeca, estaba ubicada en las calles Guayaquil y Esmeraldas, a Fernando Fegan le contrataron para que realice algunas grabaciones en Emisoras Gran Colombia, que estaba ubicada por el mismo sector. “Él se daba unos brinquitos para Gran Colombia o Pepe iba a Cordillera”. Era un excelente locutor.
Ecuadoradio
A inicios de la década de los 70, llegó Edison Terán a “La Voz de la Capital”, e inició con el noticiero Ecuadoradio, pero luego de un tiempo renunció. Fernando Fegan laboraba en Radio Nacional del Ecuador cuando fue llamado por los directivos de El Comercio, para formar parte del equipo de profesionales de Radio Quito.
Néstor Arboleda recuerda que estaba en la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Central, en 1969. Ahí fueron sus compañeros Gonzalo Pérez Torres y Gonzalo Rosero, con quienes en 1972 se organizaron en una sociedad de hecho y lograron un espacio en Radio Tarqui, al que denominaron Reportarqui. Al año siguiente en 1973, Radio Quito, emisora de diario El Comercio, nombró nuevo director a Fernando Fegan, un conocido locutor y artista de radioteatro, “poseedor de una voz de bajo profundo y lleno de iniciativas”. Una de ellas fue renovar el noticiero y para ese efecto llamó a Gonzalo Rosero para que se incorpore.
En ese mismo año, Néstor había comenzado a trabajar en el diario Ultimas Noticias, también de El Comercio. Su amigo y compañero Gonzalo Rosero le llamó para que se sumará al grupo informativo de Ecuadoradio y así lo hizo. Se entrevistó con Fernando Fegan, quien les expuso los planes de cambio, que ya estaban en marcha, especialmente al potenciar los noticieros con reporteros y noticias, con audio de los protagonistas y entrevistas.
Con la dirección de Fernando Fegan y Gonzalo Rosero armaron un equipo de trabajo, que revolucionó la radio y aprovechó la turbulencia que se vivía en aquellos años, como la que se registró con el fallido golpe de Estado del general Raúl González Alvear, en 1975, que se llamó la famosa “Guerra de los Funeraria”. Los periodistas transmitían desde El Comercio, en San Bartolo, al sur de Quito, mientras que el sonidista Jaime Moya estaba en los estudios centrales de la radio poniendo el audio que se escuchaba las balas y los avances de los militares. “Eran tiempos turbulentos de la política y gobernaba el dictador Guillermo Rodríguez Lara, luego vino el triunvirato, bajo la dirección de Alfredo Poveda Burbano”.
En este noticiero ya se realizaban las transmisiones en vivo, “porque antes los noticieros se basaban en la lectura de los periódicos”, señala Néstor Arboleda. El informativo se alimentaba de las voces de los dirigentes políticos, las diarias ruedas y conferencias de prensa del general Carlos Aguirre Asanza, que era el secretario general de la Administración y siempre estaba dispuesto a contar y opinar de todo lo que pasaba con relación al Gobierno, recuerda Néstor.
En 1971, Jaime Moya, fue compañero de Fernando Fegan, primero en Radio Nacional del Ecuador y luego en Radio Quito. En la radio del Estado Fernando trabajó como locutor.
Néstor Arboleda y Jaime Moya coinciden que el locutor era un hombre de una calidad humana especial y excelente profesional. Cuando llegó a Radio Quito no estuvo mucho tiempo en la dirección, porque quería proyectarse en tener su propia emisora.
Todos sus actos los cumplía a cabalidad. En esa época también estaba Edison Vargas Acosta, los periodistas eran Gonzalo Rosero y Néstor Arboleda. En la mañana destacaba la voz de Jorge Carrera Viteri y en la noche de Marco Mena, en la locución. Como sonidistas estaban Jaime Moya y Alfredo Zaldumbide.
Si es que salió el Ministro es porque salió…
Hace unos 50 años, un adolescente Félix Narváez tuvo la invitación de su compañero de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Central del Ecuador, Edmundo Carrera, para incorporarse a Radio Quito, donde necesitaban un reportero.
Le recibió Fernando Fegan, director de la emisora, quien luego de las preguntas de rigor, le dijo algo que marcó su vida profesional. “Mira joven, tú estás ingresando a la mejor radio de este país, Radio Quito, la Voz de la Capital, donde cuidamos mucho las noticias, la información y solamente quiero ponerte un ejemplo: Si es que tú aquí dices que el ministro salió, es porque el ministro salió, sino quien sale eres tú, recuérdalo”.
Con esa frase, Fernando, le dejó a Félix en su oficina medio perplejo y pensativo. Esas palabras las recuerda y han sido fundamentales en su carrera periodística. A partir de ese momento lo fue conociendo y vio a un hombre ordenado, serio, puntual, amable y obsesionado por la locución.
Félix cuenta que, con Jaime Moya, “el eterno operador de Radio Quito”. Se ponían a grabar los comerciales de la emisora, siempre con la voz de Fernando Fegan. Ingresaban a las 15:00 e iban hasta horas de la noche”. Tenía una voz natural, no era impostada o fingida. Diariamente hacía la publicidad de la emisora y la promoción de programas de la Voz de la Capital.
Siempre tenía su despacho ordenado. “Era el primero en entrar y el último en salir revisando los trabajos, siempre preguntando y en contacto con los ejecutivos de El Comercio, porque Radio Quito era una de las empresas de ese Grupo Económico”, señala Félix Narváez.
Radio Cordillera 92.9 FM
En 1978 inició una nueva etapa en su vida profesional como propietario de una estación en FM que le puso el nombre de la emisora que le abrió las puertas para ingresar en este mundo mágico de la radio: Cordillera. “Solamente faltaba colocar la aguja en el tocadiscos y salía la radio, pero desgraciadamente mi padre fallece y es vendida a Fernando Valencia”, comenta su hijo Juan Fernando. Era la frecuencia 92.9.
El productor y realizador de Radio y Televisión, Iván Moya, fue parte de esta estación, en 1978. Esto se produjo porque su padre, Jaime, tenía amistad con el locutor y actor de radioteatro, Fernando Fegan. Iván era adolescente, pero ya había dado los primeros pasos en la parte técnica de la radio en Nacional del Ecuador y Quito.
Iván era la única persona que prestaba sus servicios en la emisora, porque se estaba realizando las emisiones de prueba, esto lo hizo durante unos tres meses. “Estaban ajustando el sonido, transmisores y otras cosas, porque la radio tenía todo”. Su horario de trabajo era de 09:00 a 13:00, y de 15:00 a 20:00. La emisora estaba ubicada en las calles San Ignacio y Caamaño.
Fernando Fegan Pólit tenía un exquisito gusto musical. “Trajo la mejor música de los Estados Unidos, porque esta sería la emisora FM, más exclusiva de Quito”, destaca. Tenía unos equipos de última tecnología, para música y reporteros, porque quería que la radio sea musical y noticiosa. Fernando había sido director de Radio Quito y su anhelo es que esta estación sea la mejor del país. Los estudios de producción y de la radio al aire eran modernos y amplios. Además, la discoteca con discos de moda, que solo esa radio la tenía. Tenía todo para ser la mejor, señala Iván.
La calidad humana
El locutor nació en Quito, el 5 de julio de 1939, en uno de los barrios más tradicionales del Centro Histórico, San Roque. Sus padres fueron Lucio Fegan, de ascendencia irlandesa y Magdalena Pólit. Es el tercero de 8 hermanos: Guillermo, Mario, Jorge, Magdalena, Paulina, Amparo y Lucio. Se casó a los 21 años con Alegría Ponce. Tuvieron tres hijos: Alegría, Juan Fernando y Andrés. Falleció el 5 de julio de 1978, cuando tenía 39 años.
Fernando Fegan fue uno de los grandes amigos del también fallecido Vicente Córdova Franco. Su muerte le afectó mucho al locutor imbabureño, con quien trabajó en Radio Cordillera. A pesar de que partió joven dejó un legado de trabajo, honestidad y calidad humana. Las personas que lo conocían destacan su forma de ser, porque tenía un carácter muy agradable y vivaz. “Nunca he recibido un comentario que diga, tu papá fue mala gente. Todo lo que dicen son cosas buenas nada más”, indica su hijo Juan Fernando, quien una vez se encontró con Alfonso Laso Bermeo, quien destacó la personalidad de Fernando Fegan.
El sonidista Jaime Moya y la actriz y locutora Hilda Sampedro destacan que el comunicador era “un caballero, su trabajo lo cumplía a cabalidad”. Fernando Fegan Pólit no pasaba desapercibido tenía una presencia que destacaba, pues era alto y apuesto, además su voz siempre impactaba positivamente, cuenta la actriz de radio y televisión Hilda Sampedro. “Era un profesional que cuando estaba frente al micrófono daba todo de sí, para que la obra salga bien y los resultados sean óptimos. “Su voz y personalidad siempre brillaban”.
Juan Fernando señala que su papá sentía pasión por la locución y eso lo mantenía en la vida diaria. “Siempre estaba de muy buen humor”. Tenía muchos amigos y le gustaba cantar, tocar la guitarra y era la luz de las fiestas. Se caracterizaba por ser intuitivo, gracioso, chistoso y elocuente.
El periodista y presentador de televisión Félix Narváez califica a la voz de Fernando Fegan como única e irrepetible, que hizo escuela en el país. El reportero y presentador de televisión asegura que con el paso del tiempo fue entendiendo “la dimensión de este hombre y gran personaje, quien no ha sido reconocido en su justa dimensión, aunque su talento era inmenso”.
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Iliana Cervantes Lima
Voces de la Radio
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