Foto: Izquierda, en 2015 fotografía de Chantal Fontaine en Guayaquil. Derecha superior. En 1958, un recorte de diario El Comercio, en una presentación en Radio Tarqui, constan: Blanca Palomeque, Fresia Saavedra, Máxima Mejía, la niña Hilda Murillo y de blanco Vicentita Ramírez. Derecha inferior, en 2017 con don Hugo Delgado Cepeda y Carlos Rubira Infante.

Se inició en el canto a los cinco años, interpretando tangos y pasillos. Su mamá, Susana Gómez, escuchaba en la radio a Olimpo Cárdenas, Carlos Rubira Infante, entre otros. En esos años, en Guayaquil, tenían luz eléctrica hasta las 24:00. Su padre, Julio Fortunato Saavedra Vera, tocaba el violín en un conjunto, un día al ver la calidad de voz de su hija, la llevó a Radio Cenit, desde ese momento empezó a cantar y se parte de las programaciones de los jardines y escuelas del Puerto Principal.

Fresia Saavedra Gómez, a los 12, grabó en la disquera Cóndor, con Blanca Palomeque, con quien formó el dúo Las Porteñitas. Su primer disco contenía los temas: “Destino Cruel” y “No pretendo”. A fines de la década de los 40 del siglo anterior, las radios América y Cóndor eran las que se disputaban la sintonía, porque presentaban artistas en vivo. De estas estaciones la contrataban, para que interprete los discos más solicitados por los oyentes.

Como estaba en el colegio les pedía a los organizadores que le pongan al último para cantar, porque salía de clases y “volaba” a la radio”. Muchas veces lo hacía con el uniforme, porque en Radio América se presentaba a las 12:00 y salía de la primera jornada del colegio a las 11:30.

Le pagaban 105 sucres, para ella era un platal, era una cosa grandiosa. La gente le decía que tenía una voz melodiosa y cantaba bonito, por ello recibía la felicitación de los habitantes de los pueblos, caseríos y ciudades, no solo del Ecuador, sino de otros países. En Lima le dieron otro seudónimo “La Jilguerito”, eso porque interpretaba el pasillo Jilguerito tráeme besos.

Fresia Saavedra Gómez también fue parte de varios dúos como el Saavedra Bohórquez, que interpretaron el tema “Venga conozca El Oro”, así como con Pepe Sánchez, Homero Orellana, Julio y Pepe Jaramillo y el músico Carlos Rubira Infante. El 8 de septiembre de 1923 cumplió 90 años, está próxima a cumplir los 91, tiene 75 años de carrera artística profesional.

Según el historiador musical, Mario Godoy Aguirre, la artista ha grabado más de 40 LPs y 4 CDs.  Su último disco fue “Lo mejor de Consuelo Vargas y Fresia Saavedra, producido por el Ministerio de Cultura en el 2015. Sus grabaciones han tenido el respaldo de Wacho Murillo, quien fue su esposo; Naldo Campos, Paco Godoy, así como los tríos Los Soberanos, Los Montalvinos, Victoria, entre otros”.

Siempre tuvo el apoyo de los compositores y artistas del momento como Nicasio Zafadi, Francisco Paredes Herrera, Enrique Ibáñez, Carlos Solís Morán, Carlos Silva Paredes y su gran amigo, Carlos Rubira Infante. Ellos le enseñaban sus canciones, por eso Fresia sabe a la agüita los temas. Esto a pesar de que también cantó porro, guaracha con el Trío Caribe, “como corra mamá, pero corra mamá, encienda todas las luces…” más conocido como el ladrón y el diablo anda suelto…

Eso hizo que la popularidad de Fresia se extienda, por ello se convirtió como en el pan del día en los hogares ecuatorianos. Su voz se escuchaba en todas las radios, en todas las rockolas, en el campo, en la costa, en la sierra. Tiene muchas canciones de la región interandina que la gente escucha todavía, como Huashca de Corales.

La intérprete destaca el talento del maestro Gonzalo Godoy, quien llegó a Guayaquil muy joven, era el único acordeonista, se sabía todas las canciones de la Sierra, no había otro más, “era el único”, repite La Señora del Pasillo. “No solo me acompañó a mí, sino a todos los artistas”, como Sergio Bedoya, el zurdo Mármol, entre otros.

La intérprete guayaquileña interpretó pasacalles, albazos, pasillos, tonadas. El público cuando Fresia sale al escenario se pone de pie y aplaude, en señal de respeto a su trayectoria musical.

A mediados del siglo pasado, las radios América, Cenit, CRE, El Triunfo, entre otras, tenían su propio auditorio, ahí se presentaban los artistas del litoral. Muchos de ellos eran contratados para cantar en la radio Tarqui de Quito, fresia iba acompañada de Blanca Palomeque y Máxima Mejía. Hay un recorte de prensa de esa época donde constan las artistas, pero también están Vicentita Ramírez, su hija Hilda Murillo, pequeñita, y el propietario de la T Grande de Quito, Gustavo Herdoiza León.

Ha compartido escenario con cantantes y orquestas nacionales e internacionales: La Sonora Matancera, ahí pudo conocer a Daniel Santos, Nelson Pinedo, Leo Marini y la propia Celia Cruz. Realizó presentaciones con Olimpo Cárdenas, Las Hermanas Mendoza Sangurima, Mendoza Suasti, Carlos Rubira infante, Gonzalo Moncayo, Carlos España, Pepe Sánchez, Máxima Mejía, Dúo Aguayo Guayamave, Consuelo Vargas, Pepe Jaramillo con quien grabó dos CDs, Gonzalo Moncayo, Pepe Sánchez, Julio Jaramillo Laurido, a quien, en sus inicios, le gustaba ir a las radios y escuchar a los artistas.

En una ocasión en Radio América, Wacho Morillo, quien era director musical de discos Cóndor, lo incentivó y preparó para grabar el primer disco con Fresia Saavedra, era la habanera “Pobre mi madre querida” y el pasillo “tu corazón”, pero como no tenía tanta experiencia le costó mucho en la respiración, recuerda la cantante guayaquileña. “Yo le di la patadita de la suerte”. Eso fue en 1954.

En las décadas de los 60 y 70 del siglo anterior existía mucha camaradería, amistad y solidaridad entre los cantantes, autores y compositores de la música nacional, quienes siempre se reunían en las emisoras.  Muchas veces se presentaba con las hermanas Mendoza Suasti, que llegaban de Quito, estaban Olimpo Cárdenas, Carlos Rubira Infante, ahí también estaba Pepe Jaramillo, con quien grabó varios temas, uno dedicado a Guayaquil, como el pasillo Amanecer Cordial, escrito por Medardo Ángel Silva, la música la creó el compositor Carlos Silva Pareja.

Es conocida como “La Señora del Pasillo, esto porque en una presentación, una persona grito Fresia Saavedra Gómez, la señora del pasillo… Desde ese momento se quedó con esa denominación que se la conoce en todo el Ecuador. El compositor y musico guayaquileño, Luis Padilla Guevara “en el 2020 le dedicó el pasillo “Señora del Pasillo” interpretado por Fernando Vargas. Fresia sigue cantando y recientemente lo hizo en Radio Cristal con su hija Hilda en el teatro Julio Jaramillo, donde interpretaron el pasillo “No Pretendas”.

La cantante y compositora guayaquileña estudio en la escuela Juan Gómez Rendón #8 y el colegio Marco Reinoso. Es hija de Susana Gómez Bolaños y Julio Fortunato Saavedra Vera. Su hija es la cantante y presentadora de televisión, Hilda Murillo, quien a los cuatro se presentó junto a Fresia e hizo la segunda voz.

Hilda es su productora musical y con quien se presenta en varios escenarios del país, en el 2019 estuvieron en el Museo del Pasillo, cuando el historiador musical, Mario Godoy Aguirre, era su director.  Fresia indica que el talento viene en los genes porque su padre la inició en este mundo mágico de la música. Además, su hija, Hilda, conocida como La triunfadora de América sigue su legado.

En la pandemia le dio la Covid, estuvo muy mal de salud, pero gracias a Dios y al cuidado de su hija, pudo salir adelante, para continuar cantando las canciones del Ecuador, porque la cantante es muy querida no solo en el país, sino en Colombia, España, Perú y Estados Unidos…

Fresia no solamente interpreta, sino que es autora de más de 30 temas. Se jubiló de maestra de educación musical, que lo venía ejerciendo desde 1957. Asegura que le hubiera gustado ser veterinaria, pero la música pudo más, pues la tiene en su corazón y su mente. Desde el 2008 da clases de canto a niños y adolescentes, en el Museo del Pasillo Nicasio Safadi.

Es optimista de que los artistas no dejen morir a la música ecuatoriana. “Nosotros los cantantes tenemos que pelear para que el público conozca lo que es nuestro, está bien que les guste canciones de otras partes, porque hay cosas bonitas, pero las melodías nacionales, son las más hermosas y llegan al corazón”, insiste. El Ecuador tiene su música, y hay que resaltarla. “Mi hija Hilda tiene un programa de televisión donde se presenta a los artistas nacionales y eso debe continuar”. Asegura que la música nacional para ella es como decir su madre o su padre, porque es la raíz y eso hay que cuidar, para que nunca se muera.

Cuando se le realizó esta entrevista la cantante y maestra de música continua en el escenario e indicaba que lo continuará haciendo, porque es “La Señora del Pasillo ecuatoriano”. Lamentablemente en los últimos días se publicó una información, que daba a conocer, que su salud se había deteriorado.  

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Iliana Cervantes Lima

Voces de la Radio