Ecuador Martínez Collazo, el maestro de muchos maestros del relato deportivo

Foto: Izquierda, Ecuador Martínez Collazo. Derecha superior, con Voltaire Paladines Polo. Derecha inferior, con su esposa, Juana Rosa Aguirre Zorrilla; y su hijo Roberto Ecuador.

Fue una de las voces más recordadas y destacadas de la narración deportiva. Nació en Milagro, provincia del Guayas, el 28 de julio de 1922.  Sus padres: Ramón y Celia eran oriundos de la provincia de Chimborazo, donde tenían una hacienda, por ello Ecuador Martínez Collazo estudió, en “La Sultana de Los Andes”, la primaria y, en Quito, la secundaria. Quedó huérfano de madre a los cinco años. Le gustaba la música clásica, la zarzuela, los tangos y por supuesto la música nacional. Fue muy amigo de Julio Jaramillo y Olimpo Cárdenas.

Fue inspiración, no solo para los relatores de la Costa, sino también de la Sierra. Pepe Granizo Cisneros, Guifor Trujillo, Raúl Arcos Flor, Mauro Ferrín Vera, Ricardo Ruiz y Roosevelt Barrazueta León lo escuchaban cuando eran niños, a través de la onda corta. Impuso un estilo de relato, cuando era joven, con velocidad y cuando ya estaba mayor lo hacía con más pausa. “Su fuerte fue la pronunciación. Se le entendía muy bien lo que él narraba”, destaca su hijo Roberto, quien indica que don Ecuador Martínez Collazo, no solo narró fútbol, sino boxeo, automovilismo y básquet. En 1957, en sudamericano de fútbol, que se desarrolló en la capital del Perú, fue nombrado el “Mejor narrador Deportivo de América”.

Trabajó en las radios Imán, América, El Telégrafo, CRE y Atalaya, en esta última construyó una amistad sólida con el propietario y fundador del Sistema de Emisoras Atalaya, Voltaire Paladines Polo, quien le vendió los transmisores, para que tenga su propia frecuencia en Milagro.

Las ondas de Emisoras Atalaya eran escuchadas en varias provincias del Ecuador: Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro, Chimborazo, Azuay y Cañar.

En una publicación en Facebook de Radio Atalaya de Milagro se puede escuchar la voz de don Ecuador Martínez Collazo, cuando relató el partido entre Barcelona y Estudiantes de la Plata. Era la noche del 29 de abril de 1971. El jugador de Barcelona que concretó el gol era el cura español Juan Manuel Bazurco. El Equipo nacional ganaba al de Argentina en su propio estadio. Era la semifinal de la Copa Libertadores de América.

Ecuador Martínez Collazo también relató varios mundiales. Viajó al de Alemania 1974 y Argentina 78, entre los más importantes. Su hijo guarda corbatas del evento con el logotipo de Atalaya. Cuando Roberto era niño, el radiodifusor estaba en su casa en Milagro, le escuchaba decir “vamos, vamos Argentina. Vamos, vamos a ganar…”.

Su talento fue valorado en el extranjero. José María Muñoz, de Radio Rivadavia, de Buenos Aires, lo contrató, allí compartió micrófono con importantes locutores uruguayos y argentinos. Como los partidos eran de una ciudad a otra, lo trasladaban en helicóptero a los estadios.

La política también fue parte de su vida, Milagro siempre fue la prioridad. A inicios de la década de los 50 fue parte del Movimiento Político Unión Cantonal Electoral, que llevó a Nicolás Lapentti Acuña a la presidencia del cantón. Ecuador fue concejal en 1973, cuando gobernaba el país el Gobierno Nacionalista y Revolucionario del general Guillermo Rodríguez Lara, que le denominaban “El Bombita”. Era alcalde de Milagro Norman Zea Durán.

Fue profeta en su tierra. Por ello recibió varias condecoraciones por parte del cabildo, uno de ellos fue por los 50 años de Radio Atalaya. Ecuador fue uno de los impulsores para la creación de la extensión Universitaria de Milagro, ahora se denomina Universidad Estatal de Milagro. En 1999 fue designado como el Personaje del Siglo.

Achupallas, Guayaquil y el radioteatro

Don Ramón Martínez Andrade tenía una hacienda en la parroquia Achupallas, en el cantón Alausí, provincia de Chimborazo, eso hizo que su hijo Ecuador se eduque allí. La primaria en las escuelas Nicanor Larrea y Los Hermanos Cristianos de Riobamba, mientras que la secundaria lo cumplió en Quito en el Normal Juan Montalvo.

Cuando tenía 10 años, Ecuador Martínez Collazo veía que en el cantón Cumandá, en la provincia de Chimborazo; y en el sector de La Lolita, en la provincia del Guayas, había canchas de futbol. Su papá y sus tíos practicaban ese deporte, pero él se inclinaba por contar lo que estaba sucediendo en el campo deportivo. Cogía un palito de madera y empezaba a narrar, su relató gustaba a todos quienes estaban en escenario deportivo.  

Luego viajó a Quito a estudiar la secundaria, pero siempre en vacaciones regresaba a la hacienda en Chimborazo. Sentía que su vida no estaba en el campo y decidió viajar a Guayaquil, donde plasmó en esta ciudad su talento en la radio.

A mediados del siglo anterior, las emisoras del Puerto Principal y de la capital ecuatoriana, se caracterizaban por tener en su programación obras de radioteatro en vivo, a Ecuador le gustaba actuar.

En la década de los 40 del siglo anterior recibió el llamado de uno de los actores, libretistas de radioteatro más conocidos de la época: Paco Villar, quien en esa época tenía un espacio en Radio El Telégrafo, que era parte del Decano de la Prensa Nacional. El programa se denominaba “El teatro en su hogar”. Fue también presentador de artistas y hacía locución comercial en las radios Imán y América.

El relato deportivo se dio en CRE

Después de pasar por las radios Imán, El Telégrafo y Oriente, lo llamaron a CRE, que en esa época era administrada por unos ciudadanos cubanos. Ecuador Martínez Collazo contaba que una vez faltó el relator deportivo, que era don Rafael Guerrero Valenzuela, quien incursionó en la política y fue electo alcalde de Guayaquil. Eso le obligó a alejarse de la locución.

A Ecuador le indicaron que tome la posta. “Lo hizo de tal forma que los demás locutores y personal de la radio le pidieron que se quede y lo siga haciendo”, indica su hijo Roberto.

El locutor nacido en Milagro, en unas vacaciones viajó a Colombia, donde mantuvo contactos en Bogotá, donde surgió la idea de contratarle como locutor deportivo. Ahí brindó una serie de seminarios de lo que él había aprendido en su día a día. Cuando ya hubo una posibilidad laboral, los locutores locales protestaron, pues no querían que una persona de otro país ocupe los puestos que indicaban les pertenecía a ellos, por ello decidió regresar al Ecuador.

Voltaire Paladines Polo, CRE y Atalaya

En 1949 se vinculó con el Sistema de Emisoras Atalaya, donde fue parte del equipo de locutores que realizaban la “Cabalgata Deportiva Gillette”. Voltaire Paladines Polo y Rafael Guerrero Valenzuela eran socios en CRE.

Voltaire decidió separarse y fundar el Sistema de Emisoras Atalaya de Guayaquil. Por la amistad muy cercana que mantenía con el radiodifusor, Ecuador decidió irse con él, “ante el reclamo de Rafael Guerrero Valenzuela, quien quería que don Ecuador se quede en su estación”, asegura Roberto.

“Formaron un dúo importante. Voltaire Paladines en la administración y en los comentarios. Ecuador Martínez Collazo en el relato, con Arístides Castro y Humberto Romero hicieron una trilogía de oro de la locución comercial deportiva”. Así se convirtió en la emisora que tenía un alto rating de sintonía, no solo a escala local sino nacional.

Atalaya de Milagro y Juana Rosa Aguirre Zorrilla

Ecuador Martínez Collazo ya estaba casado en segundas nupcias, con doña Juana Rosa Aguirre Martínez, quien es considerada la primera mujer que manejó las perillas y la consola en una radio. Tenía de maestros a ciudadanos cubanos y norteamericanos que conocían la situación radial en Guayaquil. Aprendió de ellos.

Cuando estaba en CRE, Juana Rosa era la persona que hacía la limpieza. Era muy joven y aprendió fácilmente la parte técnica. Un día la persona encargada del sonido faltó, los administradores se preocuparon y dijeron ¿y ahora que hacemos?  Juana Rosa les respondió “yo sí lo puedo hacer”. Se sentó en la consola y salieron al aire, desde allí no se separó más de la radio. Luego la contrataron para hacer también ese trabajo en la emisora.

Viendo el potencial familiar, Ecuador decide independizarse y regresar a Milagro a ponerse una radio. Con el dinero ahorrado de Ecuador y Celia lograron alquilar los equipos, discos y transmisores a Voltaire Paladines Polo. La frecuencia la consiguió en 1950, como consta en el documento de primera otorgación de frecuencia para Milagro a nombre del relator deportivo. Así nació Atalaya de Milagro en los 810 Klcs. El 13 de noviembre de 1951 salió al aire y se convirtió en una de las radios más antiguas del país. Está por cumplir 73 años al aire.

Este acontecimiento fue difundido por los medios impresos de la época como Diario La Nación que, en portada, destacaba que era la primera vez que se escuchaba las ondas sonoras de una emisora local en el cantón de la provincia del Guayas.

Su hijo Roberto cuenta que su padre fue el gerente y locutor principal de la estación, “Juana Rosa Martínez, administradora; Galva Fernández, director artístico; Ovidio Jurado Silva, director de radio teatro; y como locutores, Celia Martínez y Ángel Fernández. El locutor comercial era Gerardo Castro, así como Esther Delgado, entre otros”.

En una foto de ese evento se puede observar a Ecuador Martínez junto a Voltaire Paladines Polo en ese evento deportivo. Esta fue la primera transmisión internacional que hizo un equipo ecuatoriano y se realizó, a través del Sistema de Emisoras Atalaya de Guayaquil.

El gol del cura Bazurco y la narración de don Ecuador Martínez

Roberto cuenta que el Barcelona Sporting Club, a inicios de la década de los 70, tenía un equipazo, donde había arqueros internacionales: Jorge Phoyú y Luis Alberto Alayón. Los futbolistas Alberto Spencer, Juan Madruñero, Jorge Bolaños, entre otros, que eran parte del equipo. Como volante tenían de goleador a un sacerdote español, Juan Manuel Bazurco y con él pudieron concretar el gol. “El Equipo del Astillero hizo historia, porque ningún otro plantel ecuatoriano había ganado a Estudiantes de la Plata de Argentina, que en esa época era de los grandes”.

“El equipo argentino era el rey de copas, porque ganaba todo”. En el audio se puede escuchar a la trilogía de oro de la locución de la provincia del Guayas: Ecuador Martínez Collazo, Arístides Castro y Humberto Romero”. Ahí también consta Voltaire Paladines Polo.

Roberto indica que ese audio lo grabó en un casete, cuando era niño y les obsequió a los propietarios al Sistema de Emisoras Atalaya de Guayaquil, para que se lo incluya en un disco famoso de la época, con una frase de Arístides Castro: “benditos sean los botines del cura Bazurco que dio el triunfo al equipo ecuatoriano”. Lastimosamente en la estación perdieron el audio, pero el hijo de don Ecuador lo recuperó.

En una publicación en Facebook de Radio Atalaya de Milagro se puede escuchar la voz de don Ecuador Martínez Collazo, cuando relató este partido, era la noche del 29 de abril de 1971. El jugador de Barcelona concretó el gol, era el cura Juan Manuel Bazurco, en Argentina y en el propio estadio. Era la semifinal de la copa libertadores de América.

Carlos Efraín Machado

Su hijo cuenta que el radiodifusor Carlos Efraín Machado, dueño de la Nueva Emisora Central de Quito, se encontró con su padre, en el Mundial de Argentina 1978. En esos años el narrador estrella era Ecuador Martínez Collazo. El relator quiteño le había sugerido al narrador de la provincia del Guayas, que los primeros 15 minutos lo haga él, por su trayectoria y experiencia, luego continuaría él. A lo que el propietario de Atalaya le contestó “no hazlo tú, para mí sería un honor”. 

Roberto indica que el radiodifusor quiteño le repetía que tuvo el privilegio, que un grande como Ecuador, le dé esa oportunidad de salir primero, “como si yo fuera el titular y Ecuador de reserva. Esa fue una gran oportunidad. Qué grande que es tu papá”, le repetía.

A Ecuador se lo conocía en España y Alemania

En una ocasión Roberto, con su madre y su familia viajaron a España. Se subieron a un taxi en Madrid, el conductor era una persona mayor, que tenía una voz alta. Roberto iba hablando todo el camino, cuando el conductor le pregunta ¿Usted por el acento parece colombiano? No, le contestó. “Soy ecuatoriano y super ecuatoriano, porque mi segundo nombre es Ecuador. Me llamo Roberto Ecuador Martínez”.

El taxista se paralizó en ese momento: “ese nombre, ese nombre y se paró a su derecha y decía yo lo he escuchado a un señor Ecuador Martínez, es usted. No puede ser”. Le contesta que no, que el relator era su padre. Roberto se hizo amigo del conductor, quien al día siguiente lo llevó a su casa, donde le enseñó casetes que tenía con la voz de don Ecuador Martínez Collazo.

En otra ocasión había un señor que vivía en Hamburgo, Alemania, escuchó la narración de Ecuador Martínez y por medio de un correo escribió una nota, para que le envíen un banderín de Radio Atalaya de Milagro. En el texto comentaba que le parecía increíble la voz del relator deportivo. En otro momento, el oyente retornó al país, pero no pudo contactarse con Ecuador porque estaba de viaje, pero sí lo hizo con sus hijos, quienes le entregaron el banderín que había solicitado, previo a ello el oyente había depositado el dinero por correo, pero cuando llegó a la estación le devolvieron, porque, le indicaron, era un presente de la estación para un oyente fiel en el extranjero.

Don Ecuador Martínez era mucho lote

Su hijo Roberto se involucró unos siete años antes de la partida de su padre en la administración de la radio. Asegura que Ecuador “era mucho lote”, por la calidad humana que tenía. Asegura que desconocía la magnitud de la trayectoria de su padre hasta que viajó a varios lugares del país y escuchó los comentarios, tofos eran positivos.

Ecuador era una persona muy reservada y tranquila. No era mucho de reuniones, pero era un buen anfitrión los domingos cuando lo visitaban en su casa. “Estaba en todas”.  Le gustaba conversar con su hermano Jorge, quien administraba la radio. Se llevaba muy bien con sus colaboradores de Atalaya, como la señora Margarita Massini.

Rafael Guerrero, Voltaire Paladines Polo, Arístides Castro y Humberto Romero eran los amigos con quienes más compartía, porque estaban en la narración y el relato. Cuando se alejó de Atalaya de Guayaquil se acercó mucho a su familia, que se convirtió en el centro de su vida.

Todos destacaban la calidad humana, el don de gente y el mucho lote que tenía don Ecuador Martínez Collazo. Ese es el legado más importante que dejó. “Mi padre no tenía malicia, pensaba que todas las personas eran buenas y por ello confiaba mucho en la gente”.

Los narradores actuales que lo escucharon o lo vieron admiraron su trabajo. A Roberto le gustaba caminar con él, porque la gente se le acercaba en el estadio y en la calle. Le estrechaban la mano y le repetían: maestro, maestro. “Me gustaba verlo y observar la tranquilidad que tenía. Nunca habló mal o insultó a otra persona”. Quizá ese fue el legado que dejó Don Ecuador Martínez Collazo, repite su hijo Roberto.

El radiodifusor siempre amó a su ciudad, pero sintió que le quedó debiendo, a pesar del aporte que brindó por las ondas de Atalaya. Falleció en Milagro, a los 90 años, el 2 de agosto de 2012, pero su recuerdo sigue vivo entre quienes aman la radiodifusión, el relato deportivo y a la ciudad, porque Ecuador Martínez Collazo es el maestro de maestros del relato deportivo ecuatoriano.

 

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Iliana Cervantes Lima

Voces de la radio

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