Néstor Arboleda Terán, la voz de la defensa profesional del periodista
Foto: Izquierda, Néstor Arboleda Terán, cuando tenía 30 años y era presidente del Colegio de Periodistas de Pichincha. Derecha superior, en 1975, en la rueda de prensa del vicealmirante Víctor Hugo Garcés, secretario de la Administración en el Gobierno del general Guillermo Rodríguez Lara; constan también Gonzalo Rosero, Pepe Luis Castillo y Fausto Romero, reportero de canal 4. Derecha inferior, en 1983, en un diálogo con el presidente Osvaldo Hurtado Larrea. Los entrevistadores eran Néstor Arboleda Terán, Walter Spurrier Baquerizo, entre otros.
Su pasión por la radio se inició a los 16 años, en 1966, cuando tomó el micrófono y habló en un Comité del Partido Socialista Ecuatoriano. Mientras estudiaba en el Instituto Nacional Mejía fue parte de Radio Cronos, que funcionaba en el mismo establecimiento educativo capitalino. Luego pasó a las radios Marañón, Nuevo Mundo, Libertad, Fiesta y Canal Tropical que pertenecía al Núcleo Radión; HCJB, Tarqui, Quito, CRE, Centro y Agencia EFE. Laboró también en Últimas Noticias y diario El Comercio.
Néstor Arboleda Terán, nació en la antigua maternidad de la calle Montufar, frente a la Escuela Municipal Sucre, en el centro de Quito, el 25 de diciembre de 1950. Es amigo de Luis Castro Espinosa, Gonzalo Rosero, Gonzalo Pérez Torres, Ramiro Carrillo, entre otros.
Es periodista y abogado. Fue presidente del Colegio de Periodistas de Pichincha (CPP) y de la Federación Nacional de Periodistas del Ecuador (FENAPE), donde su gestión se caracterizó por la defensa profesional. Cuando habla sobre su paso por el periodismo siempre lo recuerda y relaciona con momentos históricos que vivió el país.
El Comité del Partido Socialista Ecuatoriano
Néstor Arboleda Terán se inició en la locución, cuando el país estaba en elecciones. Cerca de su casa, en las calles Bolívar y Venezuela, había un comité del Partido Socialista Ecuatoriano, funcionaba en la oficina de uno de los abogados y políticos más conocidos de la época: Gonzalo Oleas Zambrano, esposo de la autora de varios libros sobre “Leyendas y Tradiciones del Ecuador”, Laura Pérez.
Néstor vivía dos cuadras al occidente de la Plaza de San Francisco, en el Centro Histórico de Quito, al llegar observó que en el lugar había un sistema moderno de amplificación, eso le llamó la atención. “Tomé el micrófono y empecé a hablar lo que había oído momentos antes: ofertas de campaña, agua, carreteras…”. El joven salió entusiasmado con esa experiencia previa, aunque ese momento nunca pensó que se iba a vincular con el mundo de la locución y comunicación.
Cuando estaba en sexto curso del Instituto Nacional Mejía, en el centro de Quito, laboró en la radio Cronos, era en amplitud modulada (AM), de propiedad del licenciado Carlos Terán, quien era profesor del establecimiento. La emisora funcionaba en una de las aulas del plantel, eso facilitaba la participación de los jóvenes estudiantes. Le habían asignado este espacio porque el maestro dictaba la materia de electrónica.
Para esa época, la familia del abogado y también periodista se había trasladado a vivir al sector de El Rosario, en el norte de la capital. Madrugaba a las 05:00 para llegar puntualito al noticiero de las 07:00. Cuando terminaba, a las 08:00, se dirigía a recibir clases, no se demoraba en llegar porque la distancia entre la emisora y su curso estaba cerca.
Recuerda que, por la tarde, con otros compañeros y locutores conducían programas musicales para jóvenes. Los oyentes pedían los temas del momento: César Costa, Alberto Vásquez, Angélica María, Enrique Guzmán, entre otros. La sintonía era alta, porque se complacía los pedidos del público, que llamaba telefónicamente a la estación. Era 1969.
Radio Marañón que suena como un cañón…
Al graduarse del colegio, pasó a Radio Marañón, 1450 en AM, de la señora Ligia Wilches Tacuri, la emisora funcionaba en una casa antigua de la esquina de la plaza de Santo Domingo. El slogan era “Radio Marañón que suena como un cañón”.
Se presentó en la estación, la propietaria le hizo una prueba y le gustó su voz. Le contrató. Recuerda que le preguntó a la licenciada Ligia Wilches, cuál era la programación y le contestó que se ponía una canción de música nacional y otra de internacional. En ese tiempo los locutores también hacían las funciones de operadores. En esta doble función les tocaba escoger la música y presentar las canciones, pero también debían enviar algunas dedicatorias o mensajes musicales. Néstor permaneció algunos meses.
Radios Nuevo Tiempo y Libertad
El comunicador y abogado siempre tuvo interés por conocer otros espacios en la comunicación, por ello se presentó en las radios Nuevo Mundo y Libertad. Nuevo Mundo era de propiedad de los señores Granda. Esta estación funcionaba en las calles Venezuela y Mejía. A Néstor le favorecía el tono de voz y cuando le realizaban una prueba siempre les agradaba, por ello lo contrataban.
En Libertad, de propiedad del ingeniero César Pesantes, conducía un programa musical que se transmitía de 20:00 a 22:00. La emisora estaba situada en el sector de La Loma. Era difícil movilizarse a esas horas de la noche hasta su casa, porque le tocaba dirigirse hacia el norte de Quito, pero cumplió con su palabra y estuvo casi un año.
Fiesta, Canal Tropical y el Núcleo Radión…
Este apego a la comunicación lo llevó a buscar un lugar en las radios Fiesta y Canal Tropical, que eran parte del Núcleo Radión, que causó furor en los capitalinos a finales de los 60 e inicios de la década de los 70. Estas estaciones eran de propiedad de los esposos Mary Lou Parra y David Gleason. A este grupo también pertenecía Musical, que tuvo mucho éxito en su momento. El director era Edwin Almeida. Esta estación tenía una sintonía total en Quito.
Mucha gente llamaba o se acercaba a las emisoras, no solo del Quito urbano sino del noroccidente de Pichincha, como San Miguel de Los Bancos, que en ese entonces era parroquia rural de la capital. Los oyentes pedían que se les envíe saludos. El turno de Néstor iniciaba a las 24:00 y terminaba a las 06:00.
Relata que en una ocasión no llegó el remplazo de las 06:00. Se quedó hasta las 12:00 que llegaba el otro compañero, pero tampoco asomó. Laboró hasta las 18:00. Trabajó 24 horas. “Como era obvio me cansé y pedí a algún directivo que me reemplace bajo amenaza de que me iba y cerraba la transmisión de la radio”.
Néstor dijo al aire “señores he trabajado 24 horas, así que esta va a ser la última canción que pongo y me voy, porque no soporto más y tengo que cerrar la radio”. La propietaria escuchó y enseguida envío a una persona para que tome la posta.
Para entonces ya estudiaba en la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Central del Ecuador. Salía de clases a las 21:00, hacía tiempo hasta que inicie su turno a las 24:00. Como cumplía su turno a las 06:00, corría a la universidad, luego se trasladaba a su casa a dormir el día. En esa época se hacía muchos sacrificios para conseguir los sueños, repite.
HCJB, la Voz de Los Andes y los reporteros
Néstor ya tenía experiencia en radio y en locución. Un día, y por su relación con la iglesia evangélica, tuvo un acercamiento con la HCJB, la Voz de Los Andes. Cuenta que participó y ganó un concurso organizado por el maestro Gonzalo Portugal, uno de los mejores directores de radioteatro del país. Él fue quien le motivó y le enseñó cómo debía hablar en el micrófono, con la finalidad de transmitir el mensaje. “En la escuela de HCJB y Gonzalo Portugal aprendí a modular y darle tono a la lectura”.
En la Voz de los Andes también participó en el concurso su amigo Luis Castro Espinosa, quien luego sería presidente de la Unión Nacional de Periodistas (UNP. Los dos ganaron, Luis pasó a la televisión y Néstor permaneció en la radio. En esta emisora estuvo desde 1970 hasta 1973.
Locutaba las noticias, animaba programas de música clásica y otros espacios de entretenimiento. Colaboró con José “Chema” Reinoso, en el programa “Carrusel”. También fueron parte del equipo de HCJB, su compañero de universidad, Marco Mendoza, quien preparaba los noticieros; otro locutor muy conocido, Germán Carvajal; el editor de noticias, Nelson Carvajal; la tarea de reportero la cumplía Nelson Villagómez; el pastor Vicente Vieira, quién también estudió periodismo; Galo Argüello, entre otros. Un poco antes había estado el locutor Rodrigo Cevallos, quien trabajó en Teleamazonas. Ese año llegó a dirigir la radio Lenín de Janón.
Una de las características de inicios de los 70 era que las radios no tenían reporteros que realicen las coberturas de las fuentes informativas, sino que los locutores leían lo que publicaban los medios impresos. Los periodistas de las radios tomaban los datos, recortaban las noticias para que no suene el cambio de página, hacían los resúmenes y leían.
Posteriormente en la misma HCJB se implementó un departamento de noticias. Entre los pioneros de la reportería estuvo Nelson Villagómez, quien salía a las fuentes; Néstor también lo hacía en la Presidencia de la República y Ministerio de Gobierno.
Reportarqui, el radioperiódico del pueblo
En 1973, al salir de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Central, se juntaron tres talentos jóvenes de la comunicación: Néstor Arboleda Terán, Gonzalo Pérez Torres y Gonzalo Rosero para fundar una agencia de noticias. Eran buenos amigos y eso ayudaba para realizar proyectos juntos. Los dos Gonzalos eran emprendedores. Los tres jóvenes coincidieron en que era el momento de generar noticias propias para la radio, con audios y grabaciones de los protagonistas.
Con esas ideas alquilaron una oficina en el centro de Quito, a un par de cuadras de Radio Tarqui, le ofrecieron este servicio al profesor Gustavo Herdoíza León, “quien nos acogió y dio lugar al nacimiento de Reportarqui, al que le pusimos el slogan, el radio periódico del pueblo”.
El noticiero alcanzó gran popularidad, pero, al principio tenía dificultades para el financiamiento. Luego se estabilizó y prolongó su vida muchos años. Néstor estuvo en Reportarqui menos de un año, porque tuvo una propuesta para ingresar a la Voz de la Capital.
Radio Quito y Ecuadoradio
El periodista Gonzalo Rosero había dejado Radio Tarqui. Fernando Fegan, director de Radio Quito, le pidió que vaya a la emisora capitalina. Fegan fue quien posicionó el noticiero Ecuadoradio, que lo inició otro de los referentes de la radio, Edison Terán Rivadeneira.
Gonzalo le invitó a Néstor a colaborar con él en “La Voz de la Capital” y así lo hizo. Paralelamente que trabajaba en radio Quito, lo hacía también en el diario Ultimas Noticias y, en temporadas, en el diario El Comercio. En radio Quito trabajaba con Edmundo Carrera y “Félix Narváez que daba sus primeros pasos en la radio”.
En forma paralela con radio Quito, también laboró por más de cinco años para la emisora CRE, de Guayaquil, en calidad de reportero desde la capital. La fuente que cubría era el Congreso Nacional y desde allí se enviaba las noticias, a través del auricular. “En nuestro tiempo el teléfono era el mejor aliado, para la transmisión de las noticias”.
Notihoy, la noticia como debe ser, el AVC y Montoneras Patria Libre
Néstor trabajó hasta 1986 en la agencia española de noticias EFE. Tras salir de radio Quito y de la agencia, se unió a un equipo formado por Ramiro Carrillo y Edmundo Carrera para comenzar Notihoy, en radio Centro 97.7 FM, donde estuvo dos años. El noticiero iniciaba a las 07:00. Ahí se posicionó el slogan “La Noticia como debe ser” y “Noticias con criterio”.
Una mañana que habían grabado el informativo (había ocasiones que se grababa y otras se lo hacía en vivo), Néstor estaba en su casa, en Los Granados, a la altura de Monteserrín. A las 06:00, golpearon la puerta de su casa, eran unas personas, que cuando se identificaron, le señalaron que querían darle algunos datos. Eso le pareció raro, pero luego se supo quiénes eran.
A fines de los 80 estaban en pleno auge los grupos guerrilleros: Alfaro Vive Carajo (AVC) y Montoneras Patria Libre (MPL). Comenta que en esa madrugada, fue secuestrado por los alfaristas en su casa, lo llevaron en calidad de invitado, “pero en la práctica me secuestraron, porque me vendaron los ojos”. Luego le llevaron a un lugar que nunca pudo identificar, pero al hacer un análisis de las cosas que había en el lugar, se dio cuenta de que pudo ser un hostal.
En ese sitio también estaban otros dos periodistas, a quienes les dieron una conferencia de prensa, para explicarles cómo había sido la fuga del guerrillero de apellido Vera, que se escapó de un hospital después de un operativo.
Les dieron “esa primicia a costa de riesgo personales, pero luego de unas pocas horas nos soltaron”. Néstor regresó a la radio y dio la noticia de primera mano. Eran tiempos turbulentos en el ámbito político.
Hechos históricos de su paso por la radio
Néstor siempre relaciona su paso por el periodismo con hechos históricos. “De mi paso por la radio recuerdo el triunfo por quinta vez de José María Velasco Ibarra, en 1970. Las dictaduras de Guillermo Rodríguez Lara y del Consejo Supremo de Gobierno, presidido por el almirante Alfredo Poveda Burbano”.
Estaba en Radio Quito cuando se dio la sublevación, en Riobamba, del general Gonzáles Alvear contra el Consejo Supremo de Gobierno, presidido por Guillermo Rodríguez Lara. Ese hecho histórico se conoce como “La guerra de la funeraria”. Se anunciaba que iba a llegar a Quito, pero les comentaron a los periodistas que uno de los sublevados se había parapetado en una de las funerarias cercanas, ubicada a unas cuadras del Palacio de Gobierno. La sublevación no prosperó.
Recuerda también el proceso de retorno a la democracia con la conformación de tres comisiones de reestructuración jurídica, que funcionaron a modo de un Parlamento. Era una manera distinta de hacerlo, porque otras veces se convocaba directamente a una Asamblea Constituyente y se encargaba el poder, para que esta persona convoque a elecciones. Las comisiones estaban integradas por políticos y abogados que redactaron la Constitución de 1945 reformada, una nueva Constitución y una Comisión de Ley de Elecciones, con estos proyectos legales se llegó al referéndum en 1978.
Con estas innovaciones se dieron las elecciones con el triunfo del abogado Jaime Roldós Aguilera, de Concentración de Fuerzas Populares (CFP), sobre Sixto Durán Ballén, del Partido Social Cristiano (PSC). Eso sorprendió porque el candidato del Partido Social Cristiano era una figura nacional, ya que fue ministro y alcalde de Quito. El abogado guayaquileño, en cambio, tenía un discurso político contundente que provocó un mayor apoyo en las urnas, especialmente en el Puerto Principal. Además, contaba con el respaldo del líder populista Assad Bucaram, “El Malín”. Ahí comenzó una nueva etapa democrática en el Ecuador.
La muerte de Jaime Roldós Aguilera, el 24 de mayo de 1981, causó conmoción en el país. Se conoció la noticia cuando la Selección de Fútbol de Ecuador jugaba frente a Chile, en Guayaquil. Luego subió al poder Osvaldo Hurtado Larrea. En su gobierno fue objeto de una férrea oposición, que reunió, a empresarios y trabajadores, además se desarrollaron las huelgas nacionales y el paro indígena.
Califica de increíble el triunfo de León Febres Cordero, del Partido Social Cristiano, en las elecciones de 1984, tras vencer a Rodrigo Borja, de la Izquierda democrática, en la segunda vuelta. El lema de campaña del político guayaquileño fue “Pan, techo y empleo”.
Otro de los episodios que marcaron la vida del país fue el secuestro del ingeniero León Febres Cordero en la Base Aérea de Taura y su posterior liberación, “lo que desembocó en la persecución a sus secuestradores y a Frank Vargas Pazzos; el juicio que tuvieron un grupo de paracaidistas que participaron en el secuestro”. Luego llegó el triunfo del Dr. Rodrigo Borja Cevallos, líder de la Izquierda Democrática. El slogan “Ahora le toca al pueblo” caló en los electores, comenta.
En estas décadas se vivieron momentos de convulsión y eso se plasmaba en las noticias. Luego vino la presidencia del arquitecto Sixto Durán Ballén, que llegó al poder con el auspició del Partido Unidad República (PUR). En su gobierno se dio la guerra del Cenepa contra el Perú y su frase “ni un pasó atrás”, fue el grito de los capitalinos en la Plaza Grande.
Otro de los eventos políticos que marcaron la historia política del Ecuador fue la caída y salida del país del vicepresidente de República de ese entonces, Alberto Dahik, quien se enemistó con el líder del PSC, León Febres Cordero.
Defensa profesional del periodista
Néstor tenía 30 años cuando un grupo de compañeros promovieron, dentro de la UNP, una lista para las primeras elecciones en el Colegio de Periodistas de Pichincha. Se enfrentó en esa lid a Patricio Quevedo, que era una personalidad del periodismo nacional, tenía un espacio en Canal 4, Teleamazonas Quito.
El periodista y abogado como cubría muchas fuentes y había laborado en varias radios, era amigo de muchos reporteros, quienes le eligieron con una muy buena votación como flamante titular del CPP.
El Colegio no tenía oficinas, por ello la UNP les cedió un local en el edificio matriz. Estructuraron el CPP, hicieron reuniones con los periodistas de los diferentes medios de comunicación, analizaron la situación laboral y asumieron la tarea de cuestionar a aquellas personas que, sin ser periodistas, se presentaban como tales, especialmente en las coberturas periodísticas.
“Yo tuve la audacia de encararles públicamente a algunos de ellos en las ruedas de prensa que daban los miembros del Consejo de Gobierno, los generales Guillermo Rodríguez Lara y Carlos Azanza, como secretario de la Administración. Eso me valió un mal sabor de boca”.
Hubo una persona que le agredió físicamente al salir de una rueda de prensa, en represalia a sus cuestionamientos en contra de los periodistas que no eran y se hacían pasar como tal. Asegura que esta lucha dio sus frutos en ese momento. En la actualidad las circunstancias han cambiado y por desgracia cualquier persona que tiene un celular se convierte en periodista, pero no tiene la menor conciencia de lo que está realizando y eso genera desinformación, destaca.
Cuenta que desde finales de la década de los 60, cuando se inició en este trajinar en el mundo mágico de la radio, pudo ser testigo de hechos noticiosos que marcaron la vida del país. Néstor Arboleda Terán dice que la radio le dejó grandes amigos, pero también grandes historias…
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Iliana Cervantes Lima
Voces de la Radio
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