Los casos de coronavirus entre los indígenas del Amazonas ascienden ya a 20.000
La agencia de la ONU para la salud en las Américas informa de que los casos en las Américas sobrepasan los dos millones mientras reitera su petición de visitar Nicaragua, país que sigue sin ofrecer datos sobre la situación de la pandemia. Además, muestra su preocupación sobre la fragilidad de las poblaciones indígenas, añadiendo su voz a la agencia para los refugiados y expertos en derechos humanos.
Tras sobrepasar los dos millones de casos y más de 141.000 muertos hasta el 18 de mayo, la Organización Panamericana de la Salud resaltó este martes la importancia de proteger a las personas más vulnerables de la región, especialmente las poblaciones indígenas que habitan en la cuenca del Amazonas.
Durante la rueda de prensa semanal sobre el estado de la pandemia de coronavirus en la región, la directora general de la Organización Panamericana de la Salud mostró su preocupación por el tamaño, y en especial por el impacto, de la pandemia en los más pobres y en los grupos más vulnerables de la región como las poblaciones indígenas, especialmente en los grupos que viven en la cuenca del Amazonas y que albergan a más de 2400 territorios en ocho países.
«Estos grupos viven tanto en aldeas aisladas con acceso mínimo a servicios sanitarios como en ciudades densamente pobladas como Manaos (en Brasil), Iquitos (en Perú) o Leticia (en Colombia)» detalló Carissa Etienne quien confirmó que los casos de COVID-19 en la cuenca del Amazonas ya ascienden a 20.000, «donde la repercusión tiende a ser el doble de alta, en comparación con otras Estados en los mismos países».
Etienne destacó que de no actuar de inmediato estas comunidades sufrirán un impacto desproporcionado y que para desacelerar la propagación de la pandemia y colocar a la región en la senda de la recuperación se ha de proteger a los grupos vulnerables de la enfermedad.
Poco antes, la Agencia de la ONU para los Refugiados llamó a las autoridades de todos los países de América Latina a brindar protección a estas poblaciones frente al avance del COVID-19 en sus territorios. Días atrás, esta petición fue hecha también por expertos de la ONU en derechos humanos.
Otros grupos vulnerables especialmente afectados
Aparte de los indígenas señaló que otros grupos en riesgo que requieren políticas específicas de protección son los afrodescendientes, los migrantes y refugiados, las personas encarceladas y las mujeres.
«Las mujeres en nuestra región se enfrentan a disparidad de ingresos, falta de acceso adecuado a servicios sanitarios y a menudo se las somete a violencia de género. Además de ello, constituyen el 70% de la fuerza de trabajo sanitaria en las Américas. Eso significa que están en el frente de batalla de la COVID-19 y se encuentran afectadas desproporcionadamente por esta», destacó.
Etienne propuso tres vías para afrontar los problemas sanitarios, sociales y económicos de los grupos vulnerables contra la COVID-19.
Mejorar el acceso a las medidas de salud púbicas eficaces y aplicarlas de forma agresiva, especialmente en las áreas de mayor riesgo de transmisión
Todos los países han de reforzar las capacidades de los sistemas de salud para servir de manera más eficiente a las comunidades más vulnerables
Establecer unos fuertes mecanismos de protección económica y social para proteger a las personas más vulnerables
La agencia de la ONU cuenta con Estados Unidos como aliado
Ante el anuncio de la posible retirada de fondos de forma permanente a la Organización Mundial de la Salud por parte de los Estados Unidos y preguntada sobre cómo puede afectar a su sucursal en América, Etienne manifestó que espera seguir colaborando con el país norteamericano y el resto de los países aliados.
Al mismo tiempo recordó que Estados Unidos fue miembro fundador de la Organización Panamericana de la Salud y que aproximadamente el 60% de los fondos de la Organización provienen de la nación norteamericana. Ese dinero permitió apoyar una gran variedad de programas de vacunación, el trabajo conjunto para combatir enfermedades transmisibles como el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria o combatir epidemias como la fiebre amarilla o ahora la COVID-19.
«Esta colaboración con Estados Unidos ha avanzado con el paso de los años y ansiamos continuar colaborando en el futuro», explicó, añadiendo que la respuesta a la enfermedad en la región se ha caracterizado por la rapidez de acción.
Continúa la falta de datos en Nicaragua
El doctor Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud, explicó que el Gobierno de Nicaragua contactó con la OPS hace una semana e indicó que cumpliría con sus obligaciones de informar sobre la pandemia a través del Reglamento Sanitario Internacional, que permitiría visitas los centros de salud y que proporcionaría información detallada sobre el número de casos y de fallecidos confirmados y sospechosos.
«Hasta el momento ninguna de estas acciones se ha materializado, a pesar de los pedidos reiterados de la OPS», destacó.
Ante los reportes no oficiales de incremento de casos y de muertes indicó que «la OPS ha renovado su compromiso de apoyar al Gobierno de Nicaragua para reducir el impacto sobre la población y también continuado reiterando sus recomendaciones por escrito y verbalmente», expuso.
«Si podemos analizar la situación dentro del país podremos brindar una mejor cooperación», agregó.
Brasil: No está probada la eficacia de la hidroxicloroquina
El doctor Marcos Espinal, director del departamento de Enfermedades Transmisibles destacó que hoy en día no hay ninguna prueba que indique que sea recomendable el uso de la hidroxicloroquina o la cloroquina contra la COVID-19 como pretende recetar el Gobierno de Brasil.
Destacó que todavía están pendientes de los resultados de los ensayos clínicos que sugieren la eficacia de estas dos medicinas contra el coronavirus.
En la misma línea, el doctor Sylvain Aldighieri Comandante de Incidente, explicó que la Ivermectina, un medicamento antiparasitario autorizado en Bolivia para combatir el coronavirus, no está recomendado como «tratamiento de primera línea» para la COVID-19.
Prevención ante la temporada de huracanes
Preguntado sobre cuáles son las previsiones ante el inicio de la temporada de huracanes en la región o si puede darse un brote de la enfermedad, el doctor Ugarte indicó que es una época que puede provocar desafíos adicionales, especialmente a los países del Caribe.
El experto destacó la necesidad de que los Gobiernos, las comunidades y la gente ajusten sus planes a la situación actual y mantengan las medidas de distancia social. (I)
Fuente: ONU/Foto Banco Mundial
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