Foto OMM
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Argentina, el 6 de febrero se estableció un nuevo récord de temperatura en el continente antártico, al registrarse 18,3 °C en la base de investigación argentina Esperanza, situada en el extremo norte de la península antártica, y superarse así el anterior valor máximo de 17,5 °C al que se llegó el 24 de marzo de 2015.
Un comité del Archivo de Fenómenos Meteorológicos y Climáticos Extremos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) verificará si realmente se trata de un nuevo récord en el continente antártico, el territorio entendido como la masa continental principal.
“Todo lo que hemos visto hasta el momento hace presagiar que el registro es, probablemente, auténtico. Sin embargo, como no puede ser de otro modo, iniciaremos un proceso de evaluación formal del registro en cuanto dispongamos de los datos completos del SMN y conozcamos las condiciones meteorológicas en las que se alcanzó ese valor de temperatura. Parece que ese récord probablemente está asociado (a corto plazo) con lo que se denomina un episodio regional de «foehn» en la zona: un rápido calentamiento del aire que baja de una ladera o montaña”, según explica Randall Ceverny, ponente de la OMM sobre fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
“Es importante verificar ese récord de temperatura máxima porque ayuda a formarnos una idea del tiempo y el clima en una de las últimas fronteras de la Tierra”. La Antártida, al igual que el Ártico, es una zona para la que las observaciones y los pronósticos meteorológicos son escasos, a pesar de que ambas ejercen una influencia decisiva tanto en las características climáticas y oceánicas como en la subida del nivel del mar.
Para el conjunto de la región antártica —es decir, todo aquello situado al sur del paralelo 60° S— el récord es de 19,8 °C, valor registrado en la isla de Signy en enero de 1982.
La península antártica —situada en el extremo noroccidental del continente, cerca de América del Sur— es una de las zonas del planeta en las que el calentamiento es más rápido: casi 3 °C en los últimos 50 años. La cantidad de hielo que el manto helado de la Antártida pierde cada año se sextuplicó, como mínimo, entre 1979 y 2017. La mayor parte de esa pérdida es fruto de la fusión de plataformas de hielo desde su parte inferior a causa de la entrada de agua del océano relativamente cálida, en especial en la zona occidental de la Antártida y, en menor medida, a lo largo de la península y en la Antártida oriental.
La Antártida, que abarca 14 millones de km2 (aproximadamente el doble del tamaño de Australia), es un sitio frío, ventoso y seco. La temperatura media anual oscila entre −10 °C en la costa antártica y −60 °C en las partes más altas del interior. Su inmenso manto de hielo presenta un espesor de hasta 4,8 km y contiene el 90 % del agua dulce del mundo, suficiente para aumentar el nivel del mar en unos 60 metros si se derritiera. (I)
Fuente: OMM